Sífilis terciaria

La sífilis terciaria ocurre en un pequeño porcentaje de pacientes que no recibieron terapia o que recibieron un tratamiento incorrecto. El desarrollo de esta etapa de la enfermedad se ve facilitado por momentos como: edad senil o infantil, trauma, enfermedades crónicas, alcoholismo. A menudo, el período terciario de la sífilis se despierta 5-10 años después de la infección, caracterizado por períodos de latencia prolongados.

Manifestaciones y características de la enfermedad

Las manifestaciones clínicas de la etapa terciaria de la sífilis son de naturaleza local. Esta etapa de la enfermedad se manifiesta en forma de granulomas infecciosos, destruyendo los tejidos en los que se originan. Los granulomas pueden localizarse en tegumentos de la piel, huesos, órganos internos, destruyéndolos gradualmente e incluso llevando a un desenlace fatal.

Síntomas de la sífilis terciaria

Para la sífilis avanzada se caracteriza por sífilis terciaria, lesiones cutáneas que eventualmente se disuelven, dejando un tejido cicatricial rugoso. La sífilis son como úlceras y se presentan en dos formas:

Las lesiones de los órganos internos causan miocarditis , aortitis, osteomielitis, artritis, úlceras estomacales, hepatitis, neurosífilis y otras enfermedades, muchas de las cuales son mortales.

La tercera etapa de la sífilis no es contagiosa, ya que el treponema localizado en el cuerpo se localiza en granulomas y muere en el proceso de su descomposición. La enfermedad terciaria se desarrolla espasmódicamente: las recaídas infrecuentes reemplazan los períodos de calma bastante largos. La enfermedad está ganando impulso lentamente y no va acompañada de inflamación y dolor agudo. Por lo tanto, muchas personas necesitadas no pueden tener en cuenta la necesidad de visitar a un especialista durante mucho tiempo.

Tratamiento de la enfermedad

El tratamiento de la sífilis terciaria es sistémico. Primero, se prescribe un ciclo de tetraciclina o eritromicina de catorce días. Es reemplazado por dos cursos de terapia con penicilina con un intervalo de 14 días. Las características de las medidas terapéuticas las determina un especialista, teniendo en cuenta el estado del organismo del infectado. El tratamiento va acompañado de un control de los órganos afectados. Si es necesario, se realiza una terapia restaurativa o sintomática.