Hasta la fecha, la hepatitis es la enfermedad hepática más común, pero con mayor frecuencia se detecta accidentalmente al examinar otras enfermedades. Para poder discernir y reconocer esta dolencia, uno debe conocer los signos más característicos de la hepatitis.
Síntomas y signos de hepatitis
Vale la pena decir que hay varios tipos de hepatitis que afectan el hígado. En la hepatitis A, B, D, G, TT, el hígado y el tracto biliar se ven afectados, y con la hepatitis C puede desarrollarse cirrosis hepática o cáncer. El más peligroso es la combinación de varios tipos de hepatitis, que pueden conducir al coma hepático e incluso a la muerte.
Dependiendo del período de incubación, los primeros signos de hepatitis pueden aparecer en 2 semanas, y en algunos casos, después de 2 meses. Es muy importante saber que los signos de infección por hepatitis C pueden no manifestarse nunca. Esta enfermedad es peligrosa y no se puede sentir por mucho tiempo y solo cuando se convierte en una forma más grave, por ejemplo, la cirrosis hepática, se puede identificar. Por lo tanto, uno debe conocer los signos más frecuentes de hepatitis viral, en los que siempre debe consultar a un médico y tomar las pruebas adecuadas:
- fatiga sin causa;
- fatiga rápida;
- náusea
- vómitos;
- falta de apetito;
- pérdida de peso aguda ;
- dolor en las articulaciones;
- coloración amarillenta de la orina;
- color amarillo de los globos oculares y el color de la piel.
Los signos característicos de la enfermedad viral de la hepatitis A pueden manifestarse ya en la segunda semana de la enfermedad, pero con la hepatitis C no se pueden detectar hasta 50 semanas después. La causa de la hepatitis A pueden ser las manos sucias, el contacto con una persona enferma o agua sucia. En este caso, la enfermedad pasa en unas pocas semanas o meses y no afecta mucho al hígado. Con la hepatitis B, a veces pueden aparecer erupciones cutáneas, así como un agrandamiento del hígado y el bazo.
Posibles complicaciones
Los signos de hepatitis C pueden estar cargados de signos de cerosis hepática o ictericia. En este caso, sin un tratamiento oportuno con antibióticos y hepatoprotectores, es posible un desenlace fatal. Este tipo de enfermedad se puede transmitir de la siguiente manera:
- relaciones sexuales;
- de madre a hijo durante el parto;
- con transfusión de sangre;
- cuando se usa una aguja sucia;
- cuando se usan herramientas mal maquinadas.
Lo más peligroso es que los primeros síntomas no pueden ser detectados por el paciente a tiempo, y la enfermedad puede convertirse en cirrosis o cáncer de hígado. Son los tipos de hepatitis A y B los que con mayor frecuencia se convierten en una enfermedad crónica, que es muy difícil de tratar.
Signos de hepatitis crónica:
- persistente debilidad y fatiga;
- dolores en articulaciones y músculos;
- temperatura elevada;
- malestar en el abdomen;
- dolor periódico en el lado derecho;
- hinchazón
Vale la pena señalar que a menudo esto sucede: la hepatitis puede aparecer primero en forma aguda y luego pasar a una forma crónica. Esto ocurre en 60-70% de los casos de enfermedades.
Prevención de la hepatitis
Para minimizar el riesgo de contraer esta enfermedad, se deben seguir las siguientes recomendaciones:
- Asegúrese de lavarse las manos después del inodoro, así como antes de cocinar y comer.
- Lave bien las verduras y frutas antes de comer.
- Beba solo agua purificada o hervida.
- No use la jeringa por segunda vez.
- Protégete
- No compartas tu higiene.
- No hagas piercing y tatuajes en lugares con una reputación dudosa.
Recuerde que los signos de la infección por hepatitis C pueden no aparecer por mucho tiempo, por lo tanto, siempre que sea posible, trate de realizar periódicamente todas las pruebas necesarias, especialmente si en el círculo de su comunicación hay personas con esta enfermedad.