Amigdalitis bacteriana

A veces sucede que por la noche te acuestas y por la mañana te despiertas con un terrible dolor en la garganta, temperatura e intoxicación general: fuerte debilidad, dolor de cabeza, falta de apetito. Todos estos son síntomas de amigdalitis bacteriana. La amigdalitis es una enfermedad infecciosa de la garganta acompañada de inflamación de las amígdalas palatinas. La amigdalitis bacteriana difiere de la amigdalitis por viral porque la inflamación de las amígdalas causa bacterias de estreptococos o estafilococos. Y si en la amigdalitis la amigdalitis simplemente está aumentando, entonces con la amigdalitis bacteriana, sufren cambios, con la aparición de abscesos y placa. Además, la amigdalitis bacteriana requiere un tratamiento prolongado y cuidadoso, cuya ausencia puede provocar complicaciones.

Causa de la enfermedad

La causa principal de la amigdalitis bacteriana es el contacto cercano con una persona ya enferma. Las bacterias que causan esta enfermedad se pueden transmitir a través de:

Quince por ciento de las personas en sus cuerpos tienen estas bacterias, que están en un estado pasivo y no tienen un efecto dañino en el cuerpo. Pero si surgen factores favorables, se activan inmediatamente, y el resultado puede ser precisamente una amigdalitis bacteriana en forma aguda. Provocar bacterias es bastante simple: comer nieve, carámbanos, comer en exceso los pies fríos o beber a la persona calentada con agua helada, y el estreptococo en el cuerpo comienza a multiplicarse activamente.

El tratamiento de la amigdalitis bacteriana

Ante los primeros signos de la enfermedad, debe consultar a un médico que le informará en detalle cómo tratar la amigdalitis bacteriana y le recetará los medicamentos correctos. Esta enfermedad, como regla, se trata con antibióticos durante al menos 7-10 días. En la etapa inicial de la enfermedad, se recomienda el reposo estricto en cama. La recepción de antibióticos mejora el bienestar al tercer día después de la recepción, pero hasta la recuperación completa deben abandonarse las caminatas y las visitas a lugares públicos.

Además de tratar la amigdalitis bacteriana con antibióticos, se usan agentes antipiréticos y antiinflamatorios.

Durante los primeros días, se recomienda el enjuague frecuente de la garganta para efectos externos y limpieza de las amígdalas. Los enjuagues pueden ser:

Una bebida agria abundante permitirá eliminar la intoxicación. Puede ser jugo de fruta de arándanos, arándanos, viburnum, té con limón.

Un fuerte efecto da masticar propóleos . Su dosis diaria es de 5 gramos y la mastica después de comer.