Autoridad de la cabeza

En cualquier situación y en cualquier asunto, es importante que bajo cuya dirección se lleve a cabo. Una gran responsabilidad recae en aquellos que, como dicen, "al timón". Si la tripulación del avión, por ejemplo, informa que el próximo vuelo será dirigido por graduados-aprendices de la escuela técnica de aviación, entonces comenzará un pánico de proporciones revolucionarias. Cualquier líder debe ser un profesional en su campo. De lo contrario, la empresa estará en completo caos. La personalidad del líder y su autoridad son los componentes principales de una gestión eficaz.


En los estilos no discuten

La forma en que los subordinados percibirán al jefe depende del estilo de comunicación elegido con el personal. Ahora hay muchas clasificaciones y tipos de gestión, pero la base es estilos de gestión autoritarios, democráticos y liberales. La formación de la autoridad del gerente comienza inmediatamente, tan pronto como una persona "llegó al poder" y tomó su puesto "honorable" a la organización. Un nuevo equipo, personal diverso, establecido dentro de la cultura corporativa de tradición y valor, todo esto requiere en la etapa inicial un control estricto pero adecuado. Por lo tanto, en tal situación es necesario adherirse a un estilo autoritario de gestión. Su peculiaridad es que las autoridades no consultan con colegas o subordinados, toman posiciones difíciles. Él usa métodos administrativos para influenciar a las personas al imponerles su voluntad mediante coacción o recompensa.

Cuando hay contacto entre las autoridades y los subordinados, el siguiente paso puede ser un estilo de gestión democrática. El personal llevará a cabo las instrucciones guiadas por respeto, sin miedo a la regla. Un líder democrático prefiere influir en las personas a través de creencias, una creencia razonable en la diligencia y la habilidad de los subordinados. La forma de su comportamiento se basa en la combinación del principio de la gestión de un solo hombre con la participación de los subordinados en la toma de decisiones. Este estilo es hermoso será adecuado para formar relaciones de equipo, ya que forma buena voluntad y apertura dentro de la organización.

Y el tercer estilo de gestión es la gestión liberal. Se caracteriza por la libertad de los subordinados para tomar sus propias decisiones. Minimalismo de control por parte de las autoridades, delegación de funciones y plena confianza (a veces indiferencia) con respecto al personal. Qué estilo seguir: cada líder decide por sí mismo. Al elegir, vale la pena considerar los detalles de la actividad y las características del personal. Ganar la autoridad y el respeto de los empleados es todo un arte.