Hay un elemento hostil en el mundo paralelo, que se llama Caos. El caos tiene muchas apariencias, está tratando de entrar en nuestro mundo. Lo único que no le permite hacer esto es el alma del Emperador.
Dioses del Caos
Los dioses oscuros del Caos son fuerzas destructivas. En el universo de Warhammer, los dioses del Caos están separados del mundo material. Viven en la Disformidad y son una derivada colectiva de la vida espiritual de los mortales.
En la antigüedad, las emociones de los mortales se filtraban silenciosamente a través de una disformidad tranquila. Cuando el número de razas y civilizaciones mortales aumentó, el poder de sus emociones también creció, lo que resultó en la formación de entidades que se llamaron los Dioses del Caos. Aparecieron ante seres vivos en sueños, exigiendo que fueran adorados. Mientras más ciertas emociones se manifestaban, más fuertes se volvían estos Dioses.
Los principales dioses del caos y la destrucción son: Tzinch, Khorn, Nurgl, Slaanesh y Malal. Tzinch es el mecenas de las mentiras, hechiceros, mutaciones y cambios. Khorn es el más viejo de los cuatro dioses. Protege el odio y el asesinato, personifica todos los rasgos militares, desde la sed de sangre hasta la locura fanática. El dios de la enfermedad y la descomposición es Nurgle, que personifica la desesperación, el abatimiento y el miedo a la muerte. Slaanesh es el Dios de los placeres. Él apareció más tarde que los tres anteriores. Personaliza la sed de placer en todas sus manifestaciones.
Malal
El Dios de Chaos Malal es Dios de la anarquía, el horror, el odio terrible y la autodestrucción. Simboliza el odio por la élite del poder. Malala es odiada y temida por los otros Dioses del Caos. Dedicó su existencia a la destrucción de los otros dioses . Sus seguidores, también llamados los condenados, son perseguidos por otros caosistas. Buscan y destruyen a los seguidores de otros dioses. Malal destruye todo y todos a su alrededor.