El Dios judío

El dios judío Yahweh apareció mucho antes de la unificación de las tribus en un solo estado. Su culto reconoció la existencia de otros patriotas entre otros pueblos. Inicialmente, Yahvé fue adorado por solo unas pocas tribus de ganaderos nómadas, y lo consideraron un demonio del desierto. Desde el momento en que comenzó a percibir como el dios de la tribu de Judá. Solo después de la reunificación de las tribus, Yahvé se convirtió en el principal dios del pueblo judío.

¿Qué se sabe acerca de Yahweh?

Después de la formación del estado israelí, el nombre del dios judío comenzó a identificarse con el patrón de la guerra. Con los cambios en la esfera de influencia de Yahweh, su apariencia se transformó. De acuerdo con la información existente, inicialmente estaba representada por un león y, finalmente, un toro. Después de un tiempo, adquirió una imagen humana. Los judíos no consideraban a Yahweh ubicuo y le asignaban un cierto lugar de residencia. Muchos creían que el dios judío habita en el Monte Sinaí. Fue en este lugar donde se realizaron los rituales del sacrificio sangriento y no se excluyeron los sacrificios humanos. Con el paso del tiempo, apareció información de que Yahweh habita en un arca que parecía una caja en una camilla. Sobre su cubierta había dos querubines de oro. Por cierto, algunos investigadores creen que el arca era un trono. También hay información de que había estatuas de Yahweh o meteoritos en la caja.

A medida que el culto a este dios se extendió, sus sacerdotes también se hicieron más significativos. Se volvieron hacia Yahweh con la ayuda de la adivinación sobre guijarros o palos. La gente acudía a los sacerdotes para recurrir a la deidad a través de ellos. La esposa de Yahweh se consideraba Anat (Asher). Se encontró su mención durante las excavaciones arqueológicas en las placas judías. Por cierto, muchos creen que Jesucristo es un dios judío, pero de hecho esta opinión es incorrecta, porque los judíos no lo aceptaron como un mesías.