Hipotrofia del feto 1 grado

El diagnóstico de hipotrofia fetal o un síndrome de retraso en el desarrollo intrauterino se le aplica al niño cuando su tamaño va a la zaga de los indicadores normativos durante más de dos semanas.

Con hipotrofia de 1 grado, el feto tiene un retraso en el desarrollo de no más de dos semanas. Tal diagnóstico es más común, pero, como regla general, este retraso se debe a la inexactitud en la determinación de la edad gestacional, o las características de la constitución del cuerpo del niño. Para determinar si tal condición fetal es patológica o no, pruebas adicionales como Doppler y CTG deberían ayudar.

La tendencia a la hipotrofia fetal, por regla general, es típica en las mujeres embarazadas que tienen enfermedades ginecológicas y somáticas, comen mal o tienen malos hábitos.

Pero, como regla general, el diagnóstico de hipotrofia fetal 1 grado, después del parto no se confirma.

Formas de hipotrofia

Asignar hipotrofia fetal simétrica y asimétrica.

La hipotrofia simétrica se dice cuando todos los órganos del niño se retrasan proporcionalmente en su desarrollo de la norma. La hipotrofia fetal asimétrica del feto es una condición fetal cuando su esqueleto y el cerebro corresponden a los valores normativos en un período determinado de embarazo, y los órganos internos no se desarrollan lo suficiente (generalmente el hígado y los riñones).

Esta forma de hipotrofia, por lo general, se desarrolla después de las 28 semanas de embarazo.

El tratamiento de la hipotrofia fetal 1 grado

Si el diagnóstico de hipotrofia es confirmado por varios estudios, entonces, después de determinar la causa de esta condición, el médico prescribe el tratamiento apropiado.

Los primeros esfuerzos se dirigen a la corrección de las enfermedades crónicas de la futura madre. La próxima etapa es la normalización de la nutrición de la mujer embarazada . Su dieta debe incluir necesariamente carne, productos lácteos, pescado, pollo, verduras y frutas.

Además, a la mujer se le recetan medicamentos para el útero relajante, así como medicamentos vasodilatadores para mejorar el flujo sanguíneo uteroplacentario, vitaminas y medicamentos que normalizan la reología de la sangre. También se usan medicamentos antihipóxicos y agentes que mejoran el metabolismo.