Proceso adhesivo en la pelvis - tratamiento

El proceso adhesivo en una pelvis pequeña, cuyo tratamiento se analizará a continuación, es una violación, en la que entre los órganos se forma una especie de hebras, formadas a partir del tejido conectivo. Consideraremos esta enfermedad con más detalle y nos detendremos en las manifestaciones y principios del proceso terapéutico.

¿Cómo se manifiesta esta violación?

Antes de considerar las características del tratamiento del proceso de adhesión en la pelvis pequeña, es necesario nombrar sus signos.

En primer lugar, se puede observar que los síntomas dependen directamente de la forma en que se produce la enfermedad. La sintomatología más evidente se expresa en el tipo de trastorno agudo. Al mismo tiempo, hay un dolor intenso en la parte inferior del abdomen, contra el cual empeora la condición general. Todo esto se acompaña de náuseas, vómitos, aumento del ritmo cardíaco, aumento de la temperatura corporal. Con esta forma de tratamiento implica una intervención quirúrgica con escisión de adherencias, tk. hay una alta probabilidad de desarrollar insuficiencia renal.

La forma intermitente del trastorno implica un mal funcionamiento en el intestino, junto con un dolor que ocurre periódicamente en la parte inferior del abdomen. En ausencia de tratamiento, a menudo se convierte en uno crónico. Esta forma, a su vez, se caracteriza por la ausencia de síntomas y solo un dolor raro en el abdomen, que se fortalece después de un esfuerzo físico prolongado, cambios en la posición del cuerpo en el espacio.

¿Cómo se lleva a cabo el tratamiento?

Antes de tratar el proceso adhesivo de la pelvis pequeña, los doctores intentan eliminar la causa que causó su desarrollo. Entre ellos se puede llamar inflamación en la pelvis pequeña ( endometritis, parametritis, anexitis ), cirugía en órganos pélvicos en el pasado.

En cuanto a las peculiaridades del tratamiento, dependen directamente de la forma del trastorno. Por lo tanto, en forma aguda e intermitente, se prescribe una intervención quirúrgica. Consiste en la extirpación de las cuerdas, lo que permite que los órganos adopten su posición normal.

Forma crónica, en la cual los síntomas están mal expresados, y con frecuencia el paciente no se molesta, se realiza una terapia sintomática. Un papel importante en esto se asigna al cumplimiento de la dieta (restricción de legumbres, cereales, repollo y productos de leche agria).

Además, los médicos recomiendan limitar la actividad física, lo que excluirá el desarrollo de complicaciones, como el sangrado intraabdominal.

Con una forma crónica de dicho trastorno, como un pico en una pequeña pelvis, es posible el tratamiento con remedios caseros. En este caso, las hierbas más utilizadas, como el plátano, la hierba de San Juan, el útero borovaya, el aloe, el cardo lechoso. A pesar de parecer inofensivo, su recepción debe ser acordada con el médico.