Sangre en la orina de un perro

Cualquier cambio en el color de la orina debe causar preocupación al dueño del perro. Si se vuelve rosa, cereza o marrón, debe examinar inmediatamente a la mascota. Por supuesto, en algunos casos, el color de la secreción se ve afectado por ciertos alimentos (remolacha) o medicamentos. En las perras, a veces la secreción del ciclo se mezcla con la orina. Pero en otros casos es deseable comprender y actuar sin pánico.

¿Por qué hay sangre en la orina?

Enumeramos los casos más comunes, por qué un cachorro o un perro adulto pueden tener sangre en la orina:

  1. Consecuencias de un trauma severo.
  2. Neoplasmas (sarcoma y otros).
  3. Piedras en el sistema genitourinario.
  4. Enfermedad de la glándula prostática (solo en hombres).
  5. La apariencia de parásitos.
  6. Enfermedades infecciosas ( leptospirosis y otras).
  7. Intoxicación alimentaria (veneno para ratas, productos de calidad inferior).
  8. Deterioro de la coagulación de la sangre.

¿Qué pasa si el perro tiene sangre en la orina?

Lo mejor es examinar al perro en ultrasonido o hacer una radiografía, llévelo a un médico con experiencia. Antes de visitar a un médico, es aconsejable que la vejiga esté llena; no se recomienda pasear al perro en este momento. Mira la mascota. Su historia ayudará a hacer el diagnóstico correcto más rápido.

¿Qué se debe observar en el comportamiento del animal?

  1. ¿La sangre siempre aparece?
  2. Si hay asignación de sangre entre una emicción.
  3. Si el perro puede controlarse a sí mismo, si hay excrementos involuntarios.
  4. Cuando aparecen los primeros síntomas
  5. Sucedió como en el pasado, puede la sangre en la orina en el perro se encontró antes.
  6. ¿El proceso de orinar causa dolor?
  7. La frecuencia de orinar, el volumen de descarga, la postura del animal.

La sangre en la orina de un perro es una mala señal, independientemente de la mujer York que apareció, Doberman o Gran Danés. La automedicación en un asunto tan delicado es bastante peligrosa e impredecible. Es mejor no entrar en pánico, pero acuda inmediatamente a una consulta. El examen externo no siempre ayuda a determinar el diagnóstico; en la mayoría de los casos, no puede prescindir de las pruebas. Con el tiempo, el tratamiento iniciado ayudará a eliminar la sangre en la orina y, con toda probabilidad, la mascota se recuperará.