La sepsis de los recién nacidos o sepsis neonatal es la enfermedad infecciosa común, que se acompaña de bacteriemia, cuando las bacterias ingresan a la sangre desde el foco de la infección. Entre los niños pequeños que se sometieron a esta condición, un alto porcentaje de muertes, especialmente en bebés prematuros. La infección de un recién nacido puede ocurrir en el útero, en el momento del nacimiento y después del parto.
Sepsis neonatal: causas
A una condición tan grave del cuerpo conducen los focos principales de infección. Pueden convertirse en enfermedades del tracto respiratorio, nasofaringe, tracto digestivo, lesiones cutáneas purulentas, herida umbilical). A medida que se desarrollan los focos, los vasos sanguíneos y tejidos contiguos se ven afectados y los patógenos continúan diseminándose. Los patógenos más frecuentes de la sepsis son estreptococos, estafilococos, enterococos, Escherichia coli, neumococo y otros.
Algunos factores pueden convertirse en prerrequisitos para el desarrollo de la sepsis en niños:
- complicaciones en la madre durante el embarazo (toxicosis, infecciones transferidas, perenashivanie);
- defectos y patologías del desarrollo intrauterino del feto;
- parto complicado (asfixia);
- embarazos múltiples;
- prematuridad del recién nacido.
Distinguir entre la sepsis temprana y la tardía. La primera forma de la enfermedad se revela en los primeros 4 días de la vida del bebé, porque la infección ocurre en el útero o al pasar por las vías infectadas de la madre. La sepsis tardía se caracteriza por manifestación durante 2-3 semanas de vida.
Sepsis en niños: síntomas
Si el bebé nace ya infectado, tiene fiebre, vómitos y regurgitación frecuente, piel pálida, sarpullido en el cuerpo e ictericia. Con el desarrollo de la sepsis en el período posparto, el bebé se deteriora gradualmente en las primeras semanas de vida: la piel se pone pálida, la temperatura aumenta, el eructo se vuelve más frecuente, aparecen ictericia y lesiones cutáneas purulentas. Los signos de sepsis incluyen bajar el peso corporal del bebé, sangrar el ombligo y retrasar la muerte del resto del cordón umbilical.
Tratamiento de la sepsis en recién nacidos
Debido a la posibilidad de un desenlace fatal, el tratamiento de la sepsis ocurre solo en un hospital.
Terapia con antibióticos de un grupo de penicilinas o cefalosporinas, por vía intravenosa o intramuscular. Junto con esto, los prebióticos deben ser prescritos para prevenir la disbiosis intestinal: lactobacterina, linex, bifidumbacterina. Para evitar el desarrollo de candidiasis en el contexto del tratamiento con antibióticos, se prescribe fluconazol. En algunos casos, la introducción de sangre o plasma de donantes.
Para fortalecer las funciones protectoras del cuerpo del recién nacido, se llevan a cabo inmunoterapia y terapia con vitaminas.