Techos elásticos: ¿son dañinos para la salud?

A pesar del hecho de que los fabricantes que producen techos tensados ​​nos aseguran su seguridad ambiental, los medios cada vez se preguntan más si son dañinos para la salud. Pero estos productos nos atraen, como una variedad de opciones de diseño y facilidad de cuidado. Veamos este tema un poco más ampliamente.

Factores que afectan la seguridad de los techos tensados

  1. Estirar el material del techo . En cualquier caso, la composición de los techos tensados ​​es artificial, ya sea película de PVC o tela. Con los productos de dicho material, nos enfrentamos constantemente en la vida cotidiana. Inertness de vinilo y poliuretano es una de las propiedades más valiosas, por lo que los productos de ellos son absolutamente inofensivos.
  2. Fabricante de techo . Las empresas con una reputación global, tratando de no manchar su reputación, controlan toda la fase de producción. Sin embargo, las constantes pruebas de laboratorio para la presencia de sustancias nocivas afectan el precio. Los productos como resultado se vuelven caros, pero vale la pena. En lo que respecta a los techos tensados nocivos, debe pensar especialmente cuando se nos ofrece un producto barato que no tiene un certificado de conformidad.

Señales de mala calidad del material del techo

Ya sea que los techos suspendidos en el dormitorio , la sala de estar u otra habitación sean dañinos, también es posible juzgar el olor sin olor después de instalar esta estructura. Se debe observar su completa ausencia luego de unos días. Los problemas en este sentido indican infracciones industriales, que se utilizan para reducir el costo de los productos. Y, como consecuencia, la liberación de sustancias tóxicas en el aire. Puede salvar la situación solo cambiando la mercancía a una mejor.

Además de lo anterior, existen reglas de funcionamiento que prohíben la instalación cerca de aparatos de calefacción. Dado todos los factores que pueden afectar nuestra salud, puede instalar con seguridad un techo tensado incluso en el dormitorio de los niños, sin pensar si es dañino.