Amor de los padres

Hablar del amor de los padres puede ser interminable. Qué es y cómo debe manifestarse, para que el niño se sienta feliz. Recientemente, está de moda hablar sobre el amor y la tutela parentales excesivos. Pero, ¿realmente es demasiado amor y a qué conduce esta actitud de adultos hacia sus propios hijos? Descubramos qué tipo de amor parental existe, y en su psicología.

Tipos de amor de los padres

"Te amo sin ningún motivo en particular

Porque eres un nieto

Porque eres un hijo ... "

Este poema no es más que una descripción del verdadero amor parental incondicional (incondicional). Muy a menudo este sentimiento es peculiar de las madres, aman a sus hijos sincera y afectuosamente. En este caso, la personalidad de la miga no se identifica con su comportamiento, es decir, la madre invariablemente ama al niño, mientras que algunas de sus acciones pueden no ser abiertamente aprobadas. Este tipo de emoción no surge con el nacimiento de un bebé, sino que se forma en el proceso de su crianza e interacción. El amor incondicional es ideal para el bebé, porque le da una sensación de seguridad, una comprensión de su propia importancia, pero al mismo tiempo forma una capacidad para evaluar objetivamente sus acciones y oportunidades.

También ocurre que el amor sin restricciones "crece" y se convierte en desinteresado, lo que se manifiesta en un cuidado excesivo y en el deseo de proteger al niño de cualquier dificultad o dificultad. Muy a menudo, esto sucede cuando el niño es propenso a algún tipo de enfermedad. En psicología, esta actitud hacia el bebé no se considera la norma, ya que introduce la falta de armonía en las relaciones entre el padre y el bebé y evita la formación de la personalidad madura, independiente y segura de sí misma de este último. Además de la custodia excesiva, existen otros tipos anormales de actitudes emocionales hacia los niños:

  1. Condicional. La actitud hacia el niño depende directamente de su comportamiento y acciones.
  2. Ambivalente Las emociones del padre en este caso son ambiguas: lo ama y lo rechaza al mismo tiempo.
  3. Indiferente o indefinido. Muy a menudo se encuentran en familias donde los padres aún son demasiado jóvenes y personalmente inmaduros, tratan al niño con frialdad e indiferencia.
  4. Rechazo emocional latente. Las migas causan irritación en los padres, por lo que intentan ignorarlo.
  5. Rechazo abierto La variante que más a menudo conduce a la formación de la personalidad anormal del niño, ya que los padres no son tímidos en manifestar su actitud negativa hacia el niño.