Biografía de Mariah Carey

La cantante estadounidense de fama mundial Mariah Carey es popular no solo por sus éxitos, sino también por su imagen elegante. Millones de fanáticos intentan igualar a su ídolo. Sin embargo, la carrera estrella de Mariah Carey estaba destinada a ella por el destino mismo. La madre del cantante es una famosa ópera prima. La estrella en sí no podía imaginar la vida sin música. Y teniendo buenos datos vocales y buena apariencia, el camino en la vida de Mariah Carey yacía solo en el escenario.

La vida personal de Mariah Carey no fue fácil. Al estar casado dos veces, la cantante tiene dos hijos gemelos del segundo matrimonio. Sin embargo, un divorcio de su primer marido, una larga estadía sin pareja no afectó su carrera de ninguna manera. A partir de 1990, cuando Carey lanzó su primer álbum, y hasta el día de hoy, los singles de Mariah ocupan los primeros puestos en las listas de éxitos, y su fama nunca se desvaneció.

La brillante personalidad de la estrella se refleja en su impecable sentido del estilo. Basta con revisar varias sesiones de fotos de Mariah Carey para apreciar su exquisito gusto. No teniendo una figura ideal, siendo propensa a la grasa, Keri logró ganar miles de corazones entre la mitad masculina de la población, y para muchas mujeres se convirtió en un modelo de belleza y un ícono de estilo. Mariah Carey siempre tiene un maquillaje y un peinado perfectos. Sus atuendos siempre corresponden a las últimas tendencias de la moda. La estrella sabe cómo elegir la ropa adecuada . Y, por supuesto, esto tiene una gran ventaja para su carrera estelar.

Vestidos de Mariah Carey

Una de las características de la imagen de Mariah Carey se convirtió en sus vestidos. Muchos estilistas llaman a este tema un vestuario por el hito del cantante. Keri, que tiene caderas anchas y pechos magníficos, selecciona con éxito un atuendo que incluso se viste de forma apretada, solo enfatiza su dignidad. Saliendo en la alfombra roja en otra obra maestra, Mariah Carey se convierte en la reina de la noche, sin mencionar la frecuencia con la que cambia sus exquisitos vestidos.