La bursitis es una inflamación de la bolsa periarticular llamada bursa. Bursa se encuentra en los lugares de mayor carga en la articulación y sirve para reducir la fricción, la amortiguación y la protección de las articulaciones, los tendones y los músculos, para lo cual hay un líquido especial en su interior.
La articulación de la rodilla está rodeada por tres bursa:
- pre-patelar - se encuentra en la parte superior de la rodilla, arriba de la rótula;
- infratellular - debajo del gran tendón de la rótula;
- ganso - está en el interior de la rodilla desde abajo.
Tipos de bursitis
Todas las bolsas de rodillas periarticulares son susceptibles a los procesos inflamatorios, pero la bursitis prepathel más común. Dependiendo de los factores que causan la patología, la bursitis de la articulación de la rodilla se divide en:
- aséptico (asociado con estrés excesivo, trauma, artritis, gota, etc.);
- séptico (asociado con la penetración de la infección en la bursa desde el exterior o con flujo sanguíneo desde los focos infecciosos internos).
Síntomas de bursitis de la articulación de la rodilla
Las manifestaciones de la bursitis aséptica de la articulación de la rodilla incluyen:
- dolor e incomodidad en el área de la rodilla, que aumenta durante el movimiento y con presión;
- la presencia de una compactación palpable o visible de una forma redondeada;
- hinchazón y enrojecimiento en el área afectada;
- rigidez de movimientos en la articulación;
- debilidad muscular;
- aumento de la temperatura local (toque caliente de la rodilla).
Si la bolsa de rodilla periarticular cubre la inflamación infecciosa, el cuadro clínico de la patología es más pronunciado, caracterizado por tales síntomas:
- dolor agudo en la rodilla, lo que dificulta su movimiento;
- presencia de una compactación elástica, muy dolorosa en la rodilla;
- importante enrojecimiento e hinchazón alrededor del área afectada;
- funciones limitadas de la articulación;
- aumento de la temperatura corporal local y general;
- deterioro del bienestar general, debilidad.
La inflamación de la bolsa infrarrotuliana a menudo no está acompañada de síntomas graves; los pacientes pueden sentirse incómodos solo al caminar o con una postura prolongada, y también con una ligera hinchazón de la rodilla.
En ausencia de tratamiento, la bursitis aguda de la articulación de la rodilla puede pasar a la fase crónica, que se caracteriza por las fases de remisión y exacerbación (las recaídas a menudo son causadas por hipotermia, esfuerzo físico).
Tratamiento de la bursitis de la articulación de la rodilla
En primer lugar, debe garantizar la máxima tranquilidad para una pierna dañada. Para la inmovilización, se recomiendan los vendajes compresivos, para la eliminación de la hinchazón, compresas frías. El tratamiento médico de la bursitis de la articulación de la rodilla a menudo implica el nombramiento de los siguientes grupos de medicamentos:
- fármacos antiinflamatorios no esteroideos (acción local y sistémica);
- relajantes musculares ;
- analgésicos;
- corticosteroides locales (en forma de inyecciones);
- antibióticos (en el caso de bursitis infecciosa).
Dependiendo de los síntomas y las causas de la bursitis de la articulación de la rodilla, se pueden prescribir ungüentos con un efecto antiinflamatorio para el tratamiento:
- Traumeel;
- Diklak;
- Apizarthron ;
- Deep Relief y otros.
También se usan procedimientos fisioterapéuticos, ejercicios de fisioterapia y masajes.
Cuando se acumula una gran cantidad de líquido en la bolsa periarticular, la presencia de pus produce aspiración y tratamiento antiséptico de la cavidad interna. En casos severos, se requiere la remoción quirúrgica de la bursa.
Tratamiento de la bursitis de los remedios caseros de la articulación de la rodilla
Con los síntomas iniciales, el tratamiento de la bursitis de la articulación de la rodilla se puede complementar con remedios caseros. Por ejemplo, las compresas de miel y repollo son un método efectivo.
Prescripción significa
Ingredientes:
- hoja de col - 1 pieza;
- miel - 1 cucharadita
Preparación y uso
Una hoja de repollo para enjuagar, cortar las venas rígidas y luego batir con un martillo o un rodillo hasta que aparezca el jugo. Lubrique la rodilla con miel, luego coloque la hoja de repollo, cubra con una película y envuélvala con un pañuelo tibio. Mantenga la compresa de 4 a 6 horas.