El desarrollo completo anterior del niño se debe a las características de edad y la influencia del medio ambiente, es un proceso natural y una gran oportunidad para establecer lo mejor en la personalidad del futuro.
Características del desarrollo de los niños pequeños
Consciencia de un niño de un año: ya no es una sábana limpia, no escribirás lo que quieras, aunque el niño aún no se percate de sí mismo como persona, sino que tiene sus propios deseos, necesidades, genéticamente establecidos y formados en el proceso de desarrollar rasgos de carácter. Esto debe tenerse en cuenta cuando se trata de la crianza de migas. Tal vez, por lo tanto, los métodos de enseñanza más eficaces son aquellos en los que el amor y el respeto por un hombre pequeño se toman como el principio principal. Y también aquellos que toman en cuenta las características de desarrollo de los niños pequeños, en particular tales como:
- aspiración a la independencia. Por supuesto, las migajas aún necesitan la ayuda de sus padres, pero necesitan ayudarlos de manera competente, para que el niño tenga la sensación de que él mismo lo hizo;
- una necesidad urgente de elogio y aliento;
- disposición a cooperar con adultos;
- entendiendo el propósito de un tema en particular y la habilidad de dominarlos. Por ejemplo, si un niño sabe para qué sirve una cuchara, y cómo usarla, seguramente resistirá, que sus padres lo están alimentando, y que querrá actuar de manera independiente;
- el deseo de comunicarse con los compañeros, condicionado por la sed de nuevas impresiones.
Los principales componentes del desarrollo de los niños pequeños
A la edad de tres años, los bebés dan un gran salto en su desarrollo mental y físico. Aprenden a caminar, a hablar, a sus cerebros, como una esponja que absorbe toda la información que reciben, además, la esfera emocional de los caparazones se perfecciona y enriquece. Es importante comprender que el desarrollo físico, mental y emocional de los niños pequeños, al igual que el cognitivo, el mental y el del habla, son procesos complementarios que fluyen mutuamente.
Inicialmente, no se debe subestimar el papel de mejorar constantemente las capacidades físicas que permiten que un niño explore y conozca el mundo que lo rodea. Al aprender a gatear, y luego a caminar, los niños establecen una relación de causa-efecto, desarrollan una comprensión del habla, por lo que es mucho más fácil para los adultos influir en ellos.
Dominando su lengua materna, los niños compensan la necesidad de comunicación, satisfacen la sed de nuevos conocimientos e impresiones, lo que, en consecuencia, se refleja en su desarrollo mental y emocional. A su vez, las emociones afectan el desarrollo mental: las migajas comienzan a fantasear, se familiarizan con los juegos de rol y adquieren amigos imaginarios. Por cierto, los llamados amigos virtuales que parecen tener más cerca de tres años se consideran absolutamente normales para este y para el grupo de mayor edad.
Las características sociales de la personalidad del niño comienzan a formarse en el segundo año de vida, y para el final de la tercera, se acerca el llamado período de crisis. A pesar de que el niño ya ha tenido mucho éxito, su vocabulario ha aumentado, la actividad se ha vuelto compleja y variada, el comportamiento deja mucho que desear. Esto se debe al hecho de que en esta etapa hay un desarrollo activo de la personalidad de un niño desde una edad temprana, por lo que la terquedad, el negativismo y la obstinación aparecen a cada paso.