Dios de la luz

Desde la antigüedad, la gente ha creído en varios dioses. Esta fe era para ellos una unidad con la naturaleza. Esta religión se transmitió de generación en generación durante muchos siglos. Una de las principales deidades en las que las diferentes naciones creían que era el dios de la luz.

Dios de la luz en la antigua Grecia

Dios de la luz en la antigua Grecia se consideraba Apolo. Era uno de los dioses principales y más venerados. Él era el maestro del calor y la luz solar.

Apolo es el guardián de la vida y el orden, el mecenas de las ciencias y las artes, el dios sanador . Castigó estrictamente toda la anarquía, pero aquellos que se arrepintieron de derramamiento de sangre, él limpió. Liberó a la humanidad de todo mal y odio.

Dios de la luz con los eslavos

El dios del fuego y la luz entre los eslavos era Svarog. Además, al ser asociado con el fuego celestial y la esfera celestial, era considerado el dios del cielo. En los eslavos, el fuego es una llama limpiadora, la base del universo, y Svarog es su maestro.

Dios Svarog es el patrón de la familia, su mentor y protector. Le dio conocimiento y leyes a la humanidad. Gracias a su trabajo, las personas han aprendido a tener fuego y a trabajar el metal. Te enseñé que puedes crear algo que realmente valga la pena solo con tus propios esfuerzos.

Dios persa de la luz

El dios persa de la luz era Mitra, que aparece por encima de las montañas antes del amanecer.

Esto fue un símbolo de amabilidad y armonía. Ayudó a las personas necesitadas y sufrientes, las protegió en tiempos de diversas calamidades y guerras. Para la observancia de los estrictos principios morales, Mitra les proporcionó a sus seguidores felicidad eterna y paz en el otro mundo. Acompañó las almas de los muertos a la otra vida, y aquellos que particularmente se lo merecían llevaron a las alturas de la luz pura.

Mitre está dedicado a una serie de santuarios subterráneos, que están adaptados para las cenas conjuntas de los creyentes. Era uno de los dioses más venerados, a quienes las personas rezaban y se inclinaban ante él.