Educación ecológica en el jardín de infantes

La edad preescolar se caracteriza por una mayor curiosidad en varias esferas, pero los niños muestran un especial interés en la naturaleza. Por lo tanto, la educación ambiental en el jardín de infancia ocupa un lugar importante en el desarrollo del conocimiento del mundo circundante, el desarrollo de una actitud humana hacia todos los seres vivos y la formación de un comportamiento consciente en el entorno natural.

El objetivo de la educación ecológica es:

La urgencia de la educación ecológica

La formación de una actitud humana hacia la naturaleza es la principal tarea de la educación ecológica, que se realiza desarrollando en los niños la compasión, la empatía y la simpatía por todos los seres vivos del planeta. El hombre es parte de la naturaleza, pero a menudo es él quien tiene un efecto perjudicial en el mundo que lo rodea. La formación de la posición activa de "defensor y amigo" del mundo natural es la base en la educación de la cultura ecológica de los niños en edad preescolar. Los niños son especialmente sensibles y receptivos, y por lo tanto participan activamente en todas las actividades para proteger a quienes lo necesitan. Es importante mostrar a los niños que las personas toman una posición más fuerte en relación con el mundo natural (por ejemplo, las plantas se marchitan sin riego, las aves mueren por el frío en el invierno sin alimentarse). Por lo tanto, debemos esforzarnos para asegurarnos de que toda la vida en la tierra se desarrolle y produzca alegría (por ejemplo, el canto de pájaros bajo la ventana agradará a quienes los alimentaron en invierno, y la flor en flor en la ventana complacerá a quienes la regaron).

El conocimiento recibido sobre el mundo que nos rodea debe ser respaldado por actividades prácticas y ejemplos ilustrativos para que los niños puedan ver el resultado positivo de sus actividades y tengan el deseo de mejorar sus logros.

Formas y métodos de educación ecológica

La gran importancia en la educación ecológica de la persona está ocupada por excursiones, gracias a las cuales los niños se familiarizan con la diversidad del mundo natural y observan los fenómenos de la naturaleza. Las excursiones también son importantes para la acumulación de conocimiento sobre la naturaleza de la tierra nativa y la orientación en el terreno: la capacidad de encontrar relaciones en la naturaleza, observar las percepciones de las personas, predecir las consecuencias de las actividades humanas, tanto favorables como negativas. Durante la excursión, los niños aprenden a interactuar con el mundo circundante. Para esto, el educador presta especial atención al hecho de que el hombre es solo un invitado en el mundo natural y, por lo tanto, debe seguir los mandamientos: observar el silencio, ser paciente y atento.

El papel de los cuentos de hadas en la crianza de los niños en edad preescolar no se puede exagerar, y los cuentos ecológicos son interesantes, en primer lugar, por la novedad de la trama y la introducción de personajes inusuales. Gracias a los cuentos para niños en una forma accesible, puedes contar acerca de fenómenos complejos en la naturaleza, sobre la relación entre la naturaleza y el hombre y la importancia del trabajo humano. Un lugar especial está ocupado por cuentos de hadas inventados por los propios niños.

Uno de los principales tipos de educación preescolar son los juegos didácticos sobre educación ambiental. Gracias al juego, el niño aprende a distinguir signos de fenómenos y objetos, compararlos y clasificarlos. Los niños aprenden nueva información sobre el mundo natural, desarrollan la memoria y la percepción, hablan sobre la vida de los animales y las plantas, desarrollan el pensamiento y el habla. Los juegos didácticos promueven la aplicación del conocimiento adquirido para juegos conjuntos, mejorando las habilidades de comunicación de los niños.

Por supuesto, el desarrollo ecológico de los niños en el jardín será particularmente efectivo si está relacionado con la educación ambiental en la familia. Por lo tanto, los docentes deberían alentar a los padres a crear condiciones favorables para un entorno ambientalmente desarrollado en el hogar.