El niño está mareado

En este artículo, consideraremos el fenómeno del mareo en los niños, sus posibles causas, los métodos de diagnóstico y las conversaciones sobre cómo evitarlo.

El vértigo se refiere a la rotación aparente e imaginaria de los objetos dentro de la cabeza u objetos del entorno acompañados de una sensación de pérdida de equilibrio. A menudo sucede que los padres no pueden entender que el niño está mareado, porque los bebés no pueden hablar, y los niños pequeños no siempre pueden describir correctamente sus sentimientos con palabras.

¿Cómo identificar mareos en niños pequeños?

Para comprender que el niño está mareado, puede observar su comportamiento. Por lo general, los bebés con mareos tratan de cerrar los ojos, acostarse boca abajo o apoyar la frente contra la pared, el respaldo de la silla, etc. Una migaja también puede agarrar su cabeza con sus manos. Cuando se marean, los niños a menudo se niegan a moverse y se sientan inmóviles, agarrándose o presionando contra el soporte. Muy a menudo, los mareos y las náuseas en un niño ocurren juntos. Con náuseas, el niño a menudo palidece, tiene mucha saliva. Los niños que experimentan un ataque de náuseas a menudo comienzan a llorar o gimotear. Si el niño se queja de mareo o si nota que su bebé se comporta como se describe arriba, consulte inmediatamente a un médico. Ignorar tales síntomas no puede ser en ningún caso.

Las causas principales y más comunes de mareo en los niños son:

Además, a menudo se observa mareo en niños en edad de escuela primaria y secundaria cuando el niño tiene hambre o después de un esfuerzo físico con el estómago vacío. Por ejemplo, muy a menudo los mareos se ven afectados por las adolescentes que siguen una dieta moderna y estricta.

Entonces, antes que nada, si nota que su hijo a menudo está mareado, trate de no entrar en pánico, pero no demore la visita al médico. Solo un experto puede determinar con precisión las causas del mareo y prescribir un tratamiento adecuado.

¿Qué debo hacer si mi hijo está mareado?

Acueste al niño y elimine los estímulos externos tanto como sea posible (luz, sonido, etc.). Si lo desea, dele agua al bebé, mientras que lo mejor es darle agua sin sal sin gas. Puede colocar una botella de agua tibia en el cuello y los hombros desde atrás y también en los pies. Llame a su pediatra y, en caso de ataque agudo, llame a una ambulancia.