El quiste parauretral

Normalmente, cerca de la boca de la uretra o en sus paredes hay muchas glándulas. Su tamaño es pequeño, y en relación con su ubicación se llaman parauretrales. La función principal de las glándulas es la liberación de una sustancia similar a la mucosidad. Este producto de secreción de glándulas tiene una función protectora. Es decir, gracias a esto, la uretra está protegida contra la ingestión de microorganismos durante el coito.

Se produce un quiste para-uretral si, por alguna razón, se deteriora la salida de la sustancia secretada de la glándula. Como resultado, se estira y crece. Como resultado, el quiste de la glándula parauretral es un saco con contenido mucoso.

Otra opción para la formación de quistes similares es la no diseminación de los conductos embrionarios. En este caso, acumulan líquido y se forma un quiste.

Principales manifestaciones

Quiste parauretral en mujeres puede ocurrir solo en el período de maternidad. Se sabe que después de la menopausia no se observa la aparición de esta enfermedad. Esto se debe al hecho de que la atrofia gradual de las glándulas ocurre bajo la influencia de un cambio en el fondo hormonal.

Los síntomas del quiste parauretral son diferentes. En tamaños pequeños, una mujer puede no sentirlo. Algunas veces hay una violación de la micción debido a la "superposición" de la luz uretral. Con el crecimiento continuo del quiste, pueden aparecer los siguientes síntomas:

También es posible adjuntar un agente infeccioso. En este caso, hay una supuración de la glándula.

Tratamiento del quiste parauretral

El problema de los quistes parauretrales es la alta probabilidad de complicaciones. Por lo tanto, el tratamiento oportuno del quiste parauretral evitará afecciones más graves.

La terapia conservadora en este caso no da el resultado deseado, por lo que no es aconsejable realizarla. En este sentido, la eliminación del quiste para-uretral mediante cirugía es el único método de tratamiento efectivo. Antes de la operación, es necesario determinar el tamaño exacto del quiste parauretral y su localización. Esto le permite determinar la ecografía usando un sensor intracavitario o uretrocistoscopia. Durante la escisión del quiste para-uretral, las lesiones quísticas completas se eliminan junto con las paredes que lo forman.

Además, las operaciones se realizan en el quiste parauretral con la ayuda de tecnologías modernas: láser y electrocoagulación. Pero, desafortunadamente, tales métodos solo dan un resultado positivo a corto plazo. Dado que durante la manipulación solo se produce la apertura de la cavidad del quiste y la eliminación de su contenido. Pero la cavidad en sí permanece y después de un tiempo la enfermedad se reanuda. En el postoperatorio, es posible el desarrollo de hematomas, fístulas y estenosis del uréter.