Encefalitis transmitida por garrapatas en perros: síntomas

Al guardar la casa de los perros, debes estar preparado para el hecho de que en la estación cálida existe la posibilidad de atacarlos con garrapatas durante las caminatas al aire libre. Al alimentarse de sangre, un ácaro puede infectar a una mascota con piroplasmosis o borreliosis, que son enfermedades infecciosas peligrosas. Si la borreliosis ocurre en la mayoría de los casos en una forma latente, entonces la pyroplasmosis no tratada puede destruir un animal en un corto período de tiempo.

Signos de encefalitis transmitida por garrapatas en perros

El período de incubación de la encefalitis transmitida por garrapatas en perros varía entre 1,5 y 3 semanas, después de lo cual aparecen los primeros síntomas y existe la necesidad de tratamiento. La enfermedad comienza con fiebre alta. La mascota se vuelve lenta e indiferente, no tiene apetito y la micción se ve afectada. El sistema nervioso del animal es el que más sufre. Las consecuencias de la infección pueden ser muy diferentes, desde temblores y problemas de coordinación de movimientos hasta parálisis y convulsiones.

Si el perro está enfermo después de caminar, debe prestar atención al color de la orina. El signo principal de pyroplasmosis es su oscurecimiento, a veces se vuelve negro. Con esta enfermedad, el bazo y el hígado sufren, coloración amarillenta de las membranas mucosas, así como vómitos y diarrea.

Tratamiento de la encefalitis transmitida por garrapatas en perros

Las medidas preventivas deben observarse estrictamente en lugares disfuncionales para indicaciones epidémicas, que incluyen el uso de collares especiales y el tratamiento de mascotas con gotas o aerosoles antiparasitarios. En el período de primavera-verano, el perro es tratado al menos una vez al mes. Cuanto más rápido muera el ácaro, menos parásitos entrarán en la sangre del animal.

Con síntomas obvios de encefalitis transmitida por garrapatas en perros y confirmación de laboratorio de piroplasmosis, se hacen inyecciones de medicamentos que destruyen el parásito (veriben, azidin, forticarb, piroestop, etc.) y apoyan al organismo con medicamentos cardíacos y hepatoprotectores. Con el tiempo, el tratamiento comenzó a dar un resultado positivo, lo que no se puede decir sobre el diagnóstico tardío.