La epilepsia es una enfermedad neurológica crónica que se manifiesta en crisis episódicas repentinas caracterizadas por pérdida de conciencia, convulsiones y otras características. La mayoría de las personas enfermas tienen derecho a recibir una discapacidad con epilepsia, generalmente de grado II o III.
Diagnóstico de epilepsia
El diagnóstico de la epilepsia es llevar a cabo investigaciones obligatorias. Estos incluyen electroencefalografía (EEG), que indica la presencia y la ubicación de un foco epiléptico. La computadora y la resonancia magnética, el análisis de sangre general y bioquímico también son obligatorios.
Causas de la epilepsia
Hay dos tipos principales de epilepsia, que difieren por su aparición. La epilepsia puede ser primaria o idiopática, apareciendo como una enfermedad independiente, así como secundaria o sintomática, que se manifiesta como uno de los síntomas de alguna enfermedad. Las enfermedades en las que se manifiesta la epilepsia secundaria son:
- trauma craneoencefálico;
- fenilcetonuria;
- infecciones neurológicas e intoxicaciones;
- procesos neoplásicos del cerebro;
- vasculitis ;
- hematomas intracraneales;
- procesos isquémicos;
- subdesarrollo de las estructuras cerebrales;
- golpes ;
- tumores (la epilepsia frontal es la variedad más frecuente);
- dependencia de las drogas y el alcohol.
La epilepsia primaria es congénita y a menudo hereditaria. En la mayoría de los casos, se manifiesta en la infancia o la adolescencia. Al mismo tiempo, se observan cambios en la actividad eléctrica de las células nerviosas y no se observa daño a la estructura del cerebro.
¿Qué es la epilepsia en adultos?
La clasificación de la epilepsia es muy extensa y está causada por muchos signos. Una de las formas más comunes es la epilepsia criptogénica. También se llama oculto, porque la causa exacta no se revela incluso cuando se lleva a cabo todo el espectro de exámenes del paciente. Esta variedad se refiere a epilepsias parciales.
Epilepsia parcial o focal : en un hemisferio del cerebro existe un enfoque limitado con las células epilépticas. Dichas células nerviosas producen una carga eléctrica adicional, y en un punto el cuerpo se vuelve incapaz de limitar la actividad convulsiva. En este caso, el primer ataque se desarrolla. Los siguientes ataques ya no son retenidos por las estructuras antiepilépticas.
Los ataques de dicha epilepsia también difieren entre sí. Pueden ser simples; en este caso, el paciente está consciente, pero nota la dificultad con el control de cualquier parte del cuerpo. En el caso de un ataque complejo, se produce una alteración parcial o alteración de la conciencia y puede ir acompañada de alguna actividad motora. Por ejemplo, el paciente continúa la acción (caminar, hablar, jugar) que produjo antes del ataque. Pero no entra en contacto y no reacciona a las influencias externas. Los ataques simples y complejos pueden ir a generalizados, caracterizados por la pérdida de conciencia.
Ataques epilépticos en niños
En los niños, la mayoría de las veces hay convulsiones por ausencia de epilepsia. Los absentismos son ataques a corto plazo, en los cuales hay una desconexión de la conciencia por un corto tiempo. Exteriormente, una persona se detiene, buscando una mirada "vacía" en la distancia, sin reaccionar a los estímulos del exterior. Esta convulsión dura varios segundos, después de lo cual el paciente continúa participando en el negocio sin ningún cambio, sin recordar el ataque.
Un rasgo característico de la aparición de tales ataques es la edad de 5-6 años y no antes, ya que el cerebro del niño aún no alcanza la madurez requerida. Las ausencias complejas se acompañan de un aumento del tono muscular y movimientos repetitivos monótonos con la conciencia desconectada.