Estilo autoritario de educación

Como regla general, el estilo autoritario de educación familiar no es muy cálido. Se caracteriza por el predominio del tipo de comunicación "padre-hijo". Todos sin excepción, las decisiones las toman adultos (padres) que creen que su hijo siempre y siempre debe obedecer.

Características del estilo autoritario

  1. Con una educación autoritaria, los padres prácticamente no muestran a sus hijos el amor por ellos. Por lo tanto, desde el lado a menudo parece que están un poco separados de sus descendientes.
  2. Los padres constantemente dan órdenes e indican qué y cómo hacer, mientras que no hay lugar para ningún compromiso.
  3. En una familia donde prevalece el estilo autoritario de educación, cualidades como la obediencia, las tradiciones y el respeto son especialmente apreciadas.
  4. Las reglas nunca son discutidas. En general, se cree que los adultos tienen razón en todos los casos, por lo que a menudo la desobediencia se castiga con medios físicos.
  5. Los padres siempre limitan su independencia, sin incluir la necesidad de tener en cuenta su opinión. Al mismo tiempo, todo va acompañado de un control estricto constante.
  6. Los niños, porque constantemente obedecen las órdenes, se vuelven luego no iniciativos. Al mismo tiempo, los padres autoritarios esperan una independencia injustificada de ellos como resultado de la crianza de sus hijos. Los niños, a su vez, son bastante pasivos, ya que todas sus acciones se reducen a satisfacer las necesidades de los padres.

Desventajas del estilo autoritario de educación

El estilo autoritario de educación familiar tiene muchas desventajas para los niños. Entonces, ya en la adolescencia, es a causa de él que los conflictos surgen constantemente. Los adolescentes que son más activos comienzan a simplemente rebelarse y no quieren llevar a cabo las tareas de los padres. Como resultado, los niños se vuelven más agresivos, y a menudo abandonan por completo el nido de los padres.

Las estadísticas confirman que los niños de esas familias son más propensos a la violencia. Por lo general, son inseguros en sí mismos, constantemente reprimidos, y el nivel de autoestima es bastante bajo. Como resultado, todo el odio y la ira son traicionados por otros.

Tales relaciones excluyen por completo la presencia de intimidad espiritual entre padres e hijos. En esas familias no existe un vínculo mutuo, lo que en última instancia conduce al desarrollo del estado de alerta hacia todos los demás.

Por lo tanto, en el proceso de educación es muy importante darle libertad de acción al niño. Sin embargo, esto no significa que deba dejarse solo a sí mismo.