Las ventajas de este pasatiempo son obvias:
- Los niños, en lugar de complacerse o descubrir su relación entre ellos, admiran el punto focal con admiración, para que el resto de los adultos puedan descansar y relajarse.
- El mago a menudo atrae a los espectadores jóvenes a participar en trucos, lo que le permite entrenar el juego de manos de los niños y desarrolla un anhelo por aprender cosas nuevas.
- Con una preparación mínima, puede ahorrar considerablemente en la organización de unas vacaciones para niños.
Considere ejemplos de no requerir grandes costos económicos y de tiempo de enfoque para los niños, que son fáciles de organizar en el hogar.
Cambiando el color del agua
Este enfoque se basa en la acción de leyes químicas inmutables. Para él, tomamos tres vasos transparentes, agua, vinagre, col roja, un poco de jabón y detergente. El repollo se hierve y se deja el caldo para insistir toda la noche. En el primer vaso de antemano, vierta el agua habitual, en el segundo - una solución de jabón en polvo, y en el tercero - una solución de jabón y vinagre. Luego, ante la audiencia infantil, agregamos un poco de caldo de repollo a todas las copas, sin olvidar pronunciar las palabras mágicas apropiadas para la ocasión. La reacción química entre las sustancias hará que el agua de las gafas adquiera una variedad de colores: violeta, verde y rojo. Este es uno de los trucos químicos más accesibles para los niños, que se puede llevar a cabo fácilmente en el hogar.
Adivinando el número de lóbulos en una naranja
Toma una naranja ordinaria y, sin limpiarla, dice exactamente cuántos lóbulos contiene. Los niños pequeños se quitan la naranja y están encantados de tener toda la razón. La solución aquí es muy simple: antes de esto, debe dividir cuidadosamente la ramita y la cola de una naranja y contar la cantidad de pequeñas trompas o puntos que están directamente debajo de la cola. Su número es igual al número de lóbulos.
La transformación del agua en hielo
Si le interesan los trucos de luces para niños que son fáciles de realizar en casa, preste atención a este truco "mágico". De antemano, guarde un vaso de papel, hielo, agua y servilletas. El vidrio debe elegirse necesariamente opaco. En su parte inferior ponemos unas servilletas higroscópicas que absorben bien el agua. Encima de ellos, colocamos cubos de hielo. Antes de que la audiencia infantil sin aliento vierta agua en el vaso, haga unos pases espectaculares con las manos, y luego gire el vaso y los niños vean caer el hielo. El secreto es que toda el agua absorbe las servilletas.
Lazo obediente