Glaucoma de ángulo abierto

Una de las manifestaciones más frecuentes del glaucoma es el glaucoma de ángulo abierto. Esta es la causa de la ceguera en 5 millones de personas, que representa más del 13% de todos los ciegos del planeta. La enfermedad se ha estado desarrollando asintomáticamente durante mucho tiempo, por lo que si está en riesgo, debe examinarse de vez en cuando y medirse por presión intraocular.

Causas del glaucoma de ángulo abierto

En un ojo sano, la presión interna siempre está en el mismo nivel y no fluctúa. Esto se logra mediante la regulación de la entrada y salida del líquido ocular. Si la afluencia es más fuerte o la salida se reduce, la presión intraocular aumenta y se desarrolla glaucoma. El glaucoma de ángulo abierto representa el 80% de todos los casos de glaucoma y se caracteriza por una disfunción del sistema de drenaje. Al mismo tiempo, el acceso es abierto, pero difícil. Como resultado, aumenta la carga sobre el nervio óptico, el cristalino y otras estructuras oculares, se altera el suministro de sangre y aparecen los primeros síntomas del glaucoma de ángulo abierto:

Lo más desagradable es que cuando tales signos de la enfermedad se hacen sentir, el cambio en la estructura del ojo ya se ha vuelto irreversible, el glaucoma primario de ángulo abierto ha pasado a la segunda fase. Es importante diagnosticar la enfermedad lo antes posible para evitar un mayor deterioro de la visión y la ceguera, que sin el tratamiento adecuado se produce en 5-10 años. Estos son los factores que aumentan la probabilidad de la aparición de glaucoma:

Tratamiento del glaucoma de ángulo abierto

La enfermedad causa cambios irreversibles, por lo que solo la cirugía puede curar el glaucoma de ángulo abierto, devolviendo al paciente cierto porcentaje de pérdida de visión. Actualmente, la recuperación quirúrgica del ojo se lleva a cabo en varias clínicas grandes de nuestro país y en el extranjero. Pero cualquier operación está cargada de riesgos, por lo que el tratamiento conservador todavía se usa ampliamente para detener el desarrollo posterior de la enfermedad. Estas son gotas y tabletas que regulan artificialmente la presión en los ojos. Estas son las drogas más populares: