Hiperplasia endometrial quística glandular

La hiperplasia del endometrio es una enfermedad ginecológica grave, que consiste en lo siguiente. El tejido que recubre el útero (endometrio) por diversas razones crece, aumenta de volumen y sangra. La hiperplasia endometrial puede ser:

La hiperplasia simple es un engrosamiento de la capa del endometrio sin cambiar la estructura de las células; glandular implica la presencia en las capas de tejido de estructuras no específicas (la llamada adenomatosis). Con la hiperplasia glandular-quística del endometrio, se encuentran formaciones patológicas (quistes) en la estructura del tejido. En cuanto a la forma fibrosa glandular, se encuentra principalmente en forma de pólipos - formaciones benignas en el útero. La última forma de la enfermedad es la más común en la práctica médica.

Por separado, se debe distinguir una forma atípica de hiperplasia endometrial quística glandular. Es una forma precancerosa, a diferencia de la fibrosis glandular-quística y glandular, ya que el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio en este caso es del 10-15%.

Causas y síntomas de la enfermedad

La hiperplasia endometrial quística glandular, como otros tipos, ocurre, por regla general, en el contexto de cambios hormonales significativos en el cuerpo (generalmente en niñas en la adolescencia y en mujeres durante la menopausia). Además, el desarrollo de esta enfermedad puede contribuir a las mujeres con sobrepeso, la presencia de sus quistes foliculares, amenorrea y anovulación.

El síntoma principal de la hiperplasia endometrial es la hemorragia, que puede ser escasa o abundante, dependiendo de varios factores. Como consecuencia de la hemorragia, puede haber síntomas acompañantes como debilidad, mareos, disminución de la hemoglobina en la sangre.

Si la enfermedad se acompaña de una falta de ovulación, entonces el efecto correspondiente será la infertilidad, cuya sospecha a menudo lleva a una mujer a un médico.

También se debe tener en cuenta que la hiperplasia glandular-quística del endometrio puede y no se produce de manera asintomática o se manifiesta como un dolor irregular en la parte inferior del abdomen. Esto complica significativamente el diagnóstico, por lo que si un médico sospecha hiperplasia, se realiza histeroscopia y se usa ultrasonido para determinar si el paciente también tiene pólipos glandulares enquistados del endometrio.

Tratamiento de la hiperplasia quística glandular endometrial

El tratamiento de esta enfermedad es muy individual y depende de muchos factores: la edad de la mujer, la composición de su figura, el estado general de salud, la presencia de enfermedades crónicas, su deseo de tener hijos en el futuro, etc. También es importante la variedad de hiperplasia.

Dado que la causa de la enfermedad a menudo se oculta en el trastorno hormonal, también se trata con medicamentos hormonales (progestinas y progestágenos). Antes de este procedimiento quirúrgico eliminar los pólipos (si los hay) y el endometrio hiperplásico en sí. Este procedimiento de legrado, si es necesario, se repite seis meses después, si la enfermedad reaparece. Se requiere una biopsia de control para confirmar que la hiperplasia no ha pasado a una forma cancerosa.

Si la hiperplasia es atípica, entonces su tratamiento debe tratarse con un ginecólogo-oncólogo. Si la terapia hormonal da resultados y la mujer quiere tener más hijos, los doctores intentan no tomar medidas extremas, pero si la hiperplasia progresa, entonces se les ofrece intervención quirúrgica (extirpación del útero) para prevenir el desarrollo del cáncer.