Oración a San Panteleimon

De ninguna manera muchos santos han ganado tal fama en las amplias masas, como el gran mártir Panteleimon. Incluso durante su vida, de acuerdo con su vida, realizó un milagro: se levantó con la oración de un niño mordido por una serpiente venenosa. Después de eso, él creía, tomó el cristianismo y se convirtió en el más grande de sus sanadores, trabajando de forma gratuita. La oración a San Panteleimon, pronunciada con fe en el corazón, hace maravillas en nuestros días.

Oración al Santo Gran Mártir Panteleimon

¡Santo gran mártir y sanador Panteleimon, Dios el imitador misericordioso! Concede misericordia y escúchanos pecadores (nombres) delante de tu icono sagrado de adoradores. Pregúntanos (nombres) del Señor Dios, a Él, desde los ángeles parados ante los cielos, la remisión de nuestros pecados y nuestros pecados. Cura la enfermedad de los esclavos alma y alma de Dios (nombres), ahora recordados, aquí y todos los cristianos ortodoxos, para que fluya tu intercesión. Porque, de acuerdo con nuestro pecado, estamos poseídos por muchas dolencias y no por la ayuda y los ayudantes de la comodidad, pero recurrimos a usted, porque como resultado de la gracia, oramos por nosotros y célibe cada enfermedad y cada enfermedad. Concédenos todos (nombres) con oraciones santas tu salud y bendiciones de almas y cuerpos, la aspiración de la fe y la piedad y todo para una vida temporal y para la salvación es necesaria. Yako sí, otorgado por tí grandes y ricos favores, te glorifica y dador de todas las cosas buenas, maravilloso en los santos, nuestro Dios, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.

La oración de Panteleimon para sanar al paciente

Rápido en la intercesión, solo uno, Cristo, poco después, muestra la visita de su siervo afligido, y libra de enfermedad y enfermedades amargas; y levantarse en la pequeña Tcha y gloria incesantemente, con las oraciones de Theotokos, el Único Humanista. Amén.

Oración por la salud a San Panteleimon

¡Oh, gran siervo de Cristo, apasionadamente y para el médico, el misericordioso Panteleimon! Ten misericordia de mí, siervo pecador de Dios (nombre), escucha mi gemido y llora, por favor propicia al Celestial, el Médico Supremo de las almas y nuestro cuerpo, el Cristo de nuestro Dios, y concédeme la curación de la cruel naturaleza opresiva de la enfermedad. No mereces la oración más pecaminosa de la persona más pecadora. Visítame con una visita elegante. No aborrezcas mis llagas pecaminosas, úntalas con el aceite de tu misericordia y cúrame; que viva mi alma y mi cuerpo, el remanente de mis días, con la ayuda de la gracia de Dios, puedo ayudar al arrepentimiento y agradar a Dios, y me agradará percibir el buen final de mi vientre. ¡Para ella, sierva de Dios! Ora por el Cristo de Dios, concédeme, a través de tu presencia, la salud del cuerpo y la salvación de mi alma. Amén.