Relaciones duales

Las relaciones duales surgen entre las personas, cuando son un complemento igual el uno del otro. En familias con tales relaciones, cada uno de los cónyuges se siente lo más cómodo posible, el esposo y la esposa se entienden entre sí a media palabra, siempre saben con anticipación qué minutos apoyar, intuitivamente entienden a quién, qué deberes están arreglados, etc.

Las relaciones duales pueden surgir en cualquier persona si encuentra una mitad similar en su punto de vista, en espíritu, en inteligencia, etc. No hay personas "buenas" que siempre son felices en el matrimonio y "malas", incapaces de ser idílicas en la vida familiar. Simplemente, cada persona que ha encontrado su "acertijo" puede construir una relación dualista.

Según socionics, los pares duales surgen espontáneamente. Las personas que se complementan entre sí ni siquiera se dan cuenta inmediatamente de la suerte que tienen. Al comienzo de tal relación, todo sucede como si fuera solo; al principio simplemente comenzaron a comunicarse, luego se convirtió en un hábito caminar juntos, etc. Las reuniones de socios duales no van acompañadas de un huracán de emociones , y todos tienen una sensación de paz y comodidad. Solo cuando se separan, una niña y un hombre comprenden lo difícil que es el uno sin el otro, cómo no encuentran su lugar y sienten que los que los rodean no comprenden.

Matrimonio doble

El matrimonio dual está condenado a la felicidad y la durabilidad. Las personas que tienen una comprensión mutua completa no pueden pelear. Todos los períodos de crisis en dicha familia se suavizan gracias al apoyo, la empatía y emociones similares, es decir, si uno está triste, porque hay problemas en el trabajo, entonces el otro cónyuge no se lo tomará en la cabeza para divertirse.

Sin embargo, no todas las parejas que forman relaciones dualistas hacen matrimonios según las estadísticas sociológicas. Las personas que no tienen esas relaciones en la infancia tienen miedo de tal adición de ellos mismos o creen que la segunda mitad es muy buena y no la merecen. O, por el contrario, al conocer a un compañero dual, existe la sensación de que esta persona es muy simple, poco interesante y no le cuesta tiempo. Habiendo renunciado a las relaciones dualistas, una persona puede encontrarse en una vida infeliz.