Ruptura de la vejiga

La vejiga es el órgano del sistema urinario, ubicado en la pelvis pequeña. Este órgano es hueco, periódicamente lleno de líquido que sale de los riñones. A medida que la vejiga se llena de orina, sus paredes se estiran y hay una necesidad urgente de orinar. Dependiendo de la estructura de la vejiga y su sensibilidad, sus paredes pueden contener hasta un litro de líquido.

Ruptura de la vejiga: causas

Bajo ciertas condiciones, la sobretensión de las paredes puede provocar la ruptura de la vejiga. Este fenómeno es promovido por el sobrecrecimiento constante de la vejiga, que ocurre si está sistemáticamente en un estado lleno, es decir, cuando una mujer rara vez va al baño. Esto lleva tarde o temprano al debilitamiento de las paredes y su incapacidad para responder a tiempo a la plenitud. Bajo tales condiciones, una vejiga llena simplemente puede explotar.

Las rupturas vesicales ocurren con mayor frecuencia si es imposible ir al baño a tiempo, y hay algún tipo de efecto mecánico: fuertes sacudidas en el transporte, una situación de emergencia, una lesión en el estómago, un golpe en la ingle, una caída.

Síntomas de la ruptura de la vejiga

Los signos de ruptura de la vejiga dependen de las circunstancias en que estalló. Cuando se combina con una fractura de los huesos de la pelvis, la localización de la ruptura será extraperitoneal. Tal trauma se caracteriza por síntomas:

Tal ruptura se establece con la ayuda de un retgen.

La ruptura intraperitoneal de la vejiga se manifiesta por dolores de crecimiento severos en el abdomen, por su hinchazón, problemas para orinar (retención urinaria, imposibilidad de orinar), la presencia de sangre en la orina.

Ruptura de la vejiga - consecuencias

Las complicaciones debidas a la ruptura de la vejiga se pueden evitar si el problema se diagnostica a tiempo. Si el daño es parcial, se inserta un catéter en la cavidad de la vejiga a través de la uretra, que drena la orina, sin permitir que fluya hacia el peritoneo y la pelvis pequeña. Pequeñas rupturas mientras se mantiene el vaciado de la vejiga pueden sanar por sí mismas. De lo contrario, el tratamiento de una ruptura vesical consiste en la restauración quirúrgica de su integridad, por laparoscopia o laparotomía.

El peligro de rotura de la vejiga es que, con la localización extraperitoneal, a menudo hay hemorragias internas, y con la inyección intraperitoneal, puede producirse peritonitis debido a la llegada de una masa de orina a la cavidad abdominal, pueden formarse puntas y fístulas.

La mejor prevención de las rupturas vesicales es el hábito de su evacuación oportuna a la primera urgencia. Se aconseja a las mujeres que escriban al menos cada 4 horas.