Incluso los zapatos de alta calidad a veces se mojan, especialmente si te pillan bajo una lluvia torrencial o si saldrás vestido y de mala calidad fuera de temporada. Muy útil en tales casos, la secadora para zapatos, un artilugio eléctrico indispensable de la vida moderna. ¿Qué es y cómo usarlo? Vamos a descubrirlo!
Tipos de secadoras para zapatos
Atrás quedaron los tiempos en que los zapatos se secaban solo con radiadores y con la ayuda de papel de periódico. Para hoy hay varios tipos de secadoras eléctricas para zapatos, que difieren en su diseño y apariencia:
- Secadores, dentro de los cuales se encuentra el elemento calefactor: el dispositivo más simple, más conveniente y comprensible;
- Algunos modelos de secadores de zapatos eléctricos antifúngicos están equipados con lámparas ultravioletas que impiden la propagación de microbios que normalmente se propagan activamente en un ambiente húmedo;
- Además del secador de cable eléctrico, también se utilizan esteras suaves especiales con un elemento de calentamiento en el interior para secar los zapatos. Gracias a la convección, el aire caliente se eleva, lo que permite secar uniformemente incluso los zapatos altos, como las botas de invierno;
- Estantería eléctrica montada en la pared: la secadora para zapatos es conveniente de usar y como una repisa común, cuando los zapatos no necesitan secarse. Con la ayuda de corchetes, se puede fijar en cualquier lugar: en el baño o en el pasillo;
- Además de un secador eléctrico convencional que consiste en un cable con un elemento de calefacción, los modelos que se asemejan a un ventilador que sopla aire se utilizan para secar los zapatos. Tal secado será más suave para los zapatos de cuero;
- Una opción interesante es un secador de iones (desodorizante), cuyo principio se basa en la ionización y calentamiento del aire y su funcionamiento a través de zapatos mojados.
Cómo usar un secador de zapatos?
Como los secadores son diferentes, cada uno tiene algunas características de uso. Y, sin embargo, el único objetivo es secar los zapatos empapados lo más rápido posible, y para que no se deteriore por la caída de temperatura y los efectos de la humedad.
Por lo tanto, una secadora convencional con el denominado calentamiento óhmico se coloca simplemente dentro de los zapatos (zapatos, botas) y luego se convierte en una toma de corriente. Muchos modelos están equipados con un temporizador que le permite operar la secadora de manera más segura. Con él, no olvidará que en algún lugar de su apartamento ya zapatos secos durante dos días ya se secaron.