Adolescentes y sexo

Tarde o temprano, todos los padres deben decirle al niño sobre el sexo. Muchos se sienten incómodos con la próxima conversación. Por supuesto, es mejor comenzar la educación sexual en la edad preescolar, cuando el bebé primero hizo la pregunta de dónde venía. Pero si para los niños pequeños la falta de ese conocimiento no es crítica, entonces posponer la conversación con un adolescente sobre sexo no vale la pena. Al no haber recibido la información necesaria de los padres, el niño tratará de averiguar los detalles de su interés de amigos o en Internet, y esto no garantiza la certeza.

¿Cómo decirle a un adolescente sobre el sexo?

Por supuesto, antes que nada, la conversación debe ser accesible y honesta. Es muy importante preparar al niño para los cambios que ocurrirán con él durante la pubertad. Se debe prestar atención a los siguientes matices:

Por lo general, estas conversaciones se llevan a cabo en varias etapas, es importante que ambos padres participen. El tema del sexo entre los adolescentes de hoy es particularmente agudo, por lo tanto, es inaceptable que un niño reciba este conocimiento de fuentes cuestionables. Si los padres no están seguros de que se puedan explicar algunos momentos, ahora hay una gran selección de literatura relevante dirigida a la educación sexual. Estos libros y revistas diseñados para niños de diferentes grupos de edad se pueden leer junto con el niño, respondiendo las preguntas que surjan.

¿Qué no se puede hacer en la comunicación sobre el sexo con adolescentes y niños?

En la conversación, debes seguir ciertas reglas:

Las conversaciones deben ser de naturaleza confidencial, para que luego el niño con cualquier pregunta se acerque a los padres. Tales conversaciones pueden salvarse de la vida sexual temprana. Después de todo, muchas madres están preocupadas por la pregunta de por qué los adolescentes tienen relaciones sexuales. Una de las razones es la presión de los compañeros, así como la opinión de que la conducta de la vida sexual aumenta la imagen y la hace más madura. Y esto es consecuencia de la falta de información objetiva que un niño debería recibir en la familia, y no de amigos o de Internet.