El objetivo principal de las piernas es crear un soporte para todo el cuerpo cuando se está de pie y caminando. Debido a varias lesiones, de las cuales las más frecuentes son las del tobillo, las extremidades inferiores pueden dejar de realizar sus funciones. En tales casos, se realizan intervenciones quirúrgicas, lo que les permite recuperarse, por ejemplo, la artrodesis de la articulación del tobillo. Esta manipulación proporciona la sustentabilidad de las patas, pero no le devuelve la movilidad.
¿Cuál es la esencia de una operación como la artrodesis de tobillo?
La intervención quirúrgica presentada es un método de inmovilización completa en la articulación de los huesos de la parte inferior de la pierna y el pie. Durante la cirugía, el médico extirpa todos los tejidos cartilaginosos de la articulación. Después de eso, el astrágalo y la tibia se comparan y se fijan por medio de varios dispositivos médicos:
- tornillos;
- tornillos;
- placas de metal;
- shunts;
- injertos óseos;
- varillas de acero.
La manipulación no demora más de 2 horas, dependiendo de su complejidad. El período de estadía en el hospital de la clínica es de 4 a 5 días, luego el paciente puede regresar a su hogar.
De manera similar, las intervenciones quirúrgicas se realizan en otras partes de la extremidad, una operación de artrodesis de la rodilla o la articulación de la cadera. Solo en estos casos tomará más tiempo para el empalme y la rehabilitación ósea.
Indicaciones para la cirugía de artrodesis de tobillo
Esta manipulación generalmente se realiza para restablecer la función de soporte del pie, que se perdió debido a una fusión de fractura inadecuada, luxaciones y subluxaciones graves, enfermedades infecciosas, artritis o defectos de desarrollo de la articulación congénita. Indicaciones directas para la artrodesis:
- síndrome de dolor estable en el tobillo con ineficacia simultánea de analgésicos ;
- restricción de la actividad motora del pie;
- imposibilidad de apoyo completo en la extremidad dañada.
Efectos de la artrodesis del tobillo
Una operación realizada correctamente no está acompañada de complicaciones y consecuencias negativas. El único momento desagradable es una marcada disminución en la actividad motora del tobillo y la necesidad de una rehabilitación prolongada. Después de la fusión de los huesos tibial y astrágalo, es necesario desarrollar una pierna, y esto se acompaña de molestias y un síndrome de dolor bastante pronunciado.