Cómo convocar el espíritu de Charlie?

Más recientemente, los adolescentes y algunos adultos tienen una nueva fascinación que, en principio, puede llamarse un análogo de una tradición largamente existente. Se trata de cómo invocar el espíritu de Charlie u otro ser del más allá.

Antes de que comiences a experimentar con tales entretenimientos o, por el contrario, te molesten estos juegos, descubramos cómo sucede esto y qué clase de espíritu es.

Cómo llamar al demonio Charlie?

Charlie es llamado espíritu y demonio . Según la leyenda, esta es la inquieta alma de un niño mexicano que una vez fue asesinado. Llame a este demonio haciendo un ritual especial, que se describirá con más detalle a continuación.

Charlie, como cualquier niño, aunque incorpóreo, le gusta jugar, por lo que lo llaman para responder a las preguntas de su interés. ¿Es peligroso llamar a Charlie mientras Charlie es un demonio desconocido? Aunque, hasta la fecha, no hay evidencia de que pueda dañar.

Es cierto que las personas que creen en la existencia del más allá, así como aquellos que son religiosos, no aconsejan participar en tales juegos. Creen que llamar a un demonio puede terminar mal, no es por nada que tales entretenimientos fueron considerados peligrosos en todo momento.

¿Cómo llamar correctamente a Charlie?

Para comunicarse con este espíritu, es necesario dibujar una hoja de papel en cuatro sectores, escriba "Sí" y "No" en cada sector, de modo que las palabras repetidas estén dispuestas diagonalmente entre sí. A continuación, debe tomar 2 lápices y colocarlos en el centro de la hoja (la intersección de líneas) transversalmente. Después de estas manipulaciones, se pronuncia la frase "Charlie, ven a jugar".

Eso es todo, este es todo el ritual, cómo llamar a Charlie y descubrir las respuestas a sus preguntas. Es cierto que hay varias reglas más, por ejemplo, para formular su discurso cuando se debe hablar con el espíritu, de modo que la respuesta solo pueda ser "Sí" o "No". Además, no te preocupes si Charlie no vino después de una invitación. En esta situación, puedes volver a llamarlo para jugar.

Creer o no creer en la existencia de este o cualquier otro ser místico es un asunto personal. Por lo tanto, si no te opones a tal entretenimiento, puedes organizar una noche de adivinación y secretos. Solo sea paciente con paciencia y humor, porque los espíritus no siempre acuden a nuestro llamado, y sus respuestas no necesariamente le agradan.