ECG en el embarazo

Ecocardiografía (ECG): un método bastante antiguo para examinar el trabajo del corazón, lo que permite identificar las enfermedades del sistema cardiovascular. Se basa en la determinación de la actividad eléctrica del músculo cardíaco, que se fija en una película especial (papel). El dispositivo lleva a cabo la fijación de la diferencia de potencial total de absolutamente todas las células del corazón, ubicadas entre dos puntos (cables).

Muy a menudo, las futuras madres piensan si es posible realizar un ECG durante el embarazo y si este tipo de manipulación es peligroso para el feto. Intentemos responder a esta pregunta, y le diremos con qué frecuencia se hace el ECG durante el embarazo y cuáles son las indicaciones para dicho examen.

¿Para qué sirve el ECG?

Antes de considerar las características de un procedimiento similar en mujeres embarazadas, hablemos sobre por qué incluso se le receta un ECG durante el embarazo.

Para empezar, debe tenerse en cuenta que, cuando nace el feto, el corazón de la futura madre trabaja de manera fortalecida, ya que hay un aumento en el volumen de sangre circulante. Además, el fondo hormonal también tiene un efecto directo sobre el funcionamiento del músculo cardíaco, que cambia casi inmediatamente después de la concepción. Es por eso que es especialmente importante establecer posibles violaciones antes del inicio del embarazo. Dado este hecho, la mayoría de los centros de planificación familiar incluyen exámenes obligatorios y ECG.

Con la ayuda de dicho estudio, un médico puede establecer parámetros como el ritmo y la frecuencia cardíaca, la velocidad de un pulso eléctrico, lo que permite diagnosticar trastornos como la arritmia, el bloqueo y la disfunción del músculo cardíaco, etc.

¿El ECG es seguro para las mujeres en esta situación?

Entre las mujeres, a menudo es posible escuchar la afirmación de que el ECG durante el embarazo es dañino. Tal afirmación es infundada y refutada por los médicos.

El hecho es que durante el procedimiento para la eliminación de ECG, no hay ningún efecto en el cuerpo humano, en contraste con la radiografía, la resonancia magnética nuclear (RMN), que durante el embarazo está estrictamente prohibida.

Con el ECG, los sensores especiales solo realizan la fijación de los impulsos eléctricos emitidos por el corazón y los fijan sobre el papel. Por lo tanto, dicho procedimiento es absolutamente seguro y se lleva a cabo por todos sin excepción a las futuras madres, cuando se registran en una clínica para mujeres.

Características del ECG en mujeres embarazadas

Al evaluar los resultados obtenidos con ECG, los médicos tienen en cuenta algunas características de la fisiología de una mujer embarazada. Así, en particular, con el crecimiento fetal, el número de latidos cardíacos suele ser más alto que lo normal, lo que indica un aumento en la carga sobre el músculo cardíaco, que requiere el bombeo de un mayor volumen de sangre. Al mismo tiempo, en la norma no debe exceder 80 cortes por minuto.

También vale la pena señalar que, durante el embarazo, es posible la presencia de extrasístoles individuales (reducción adicional del músculo cardíaco). a veces la excitación puede ocurrir en cualquier parte del corazón, y no en el nódulo sinusal, como de costumbre. En aquellos casos en los que el pulso eléctrico aparece constantemente en la aurícula o el nódulo auriculoventricular del ventrículo, el ritmo se llama atrial o ventricular, respectivamente. Este tipo de fenómeno requiere un examen adicional de la mujer embarazada.

En caso de un mal ECG durante el embarazo, antes de investigar posibles anomalías, el estudio se repite después de un tiempo. Si los resultados son similares a la primera, se prescribe un examen adicional, una ecografía del corazón que permite determinar la presencia de alteraciones anatómicas que provocan la interrupción del corazón.