Causas de la histeria en niños de 2 años de edad
Antes de que comience a luchar con histeria en un niño en 2 años, debe entender por qué surgen. Después de todo, siempre es mejor advertirles que lidiar con las consecuencias de los ataques nerviosos, especialmente cuando se trata de un niño de esta edad.
Los ataques histéricos comienzan a aparecer no antes de un año y medio, cuando el niño ya es claramente consciente de sí mismo separado de su madre. La razón principal de la histeria frecuente en un niño de 2 años es la imperfección de la psique, que se volverá más estable cerca de la edad escolar. Porque, hasta cierto punto, los padres tendrán que enfrentar la manifestación de esos momentos desagradables. Aquí hay una lista de las razones que conducen a la histeria en la mayoría de los casos:
- el bebé está cansado o agotado;
- el niño quiere por todos los medios llamar la atención sobre los padres que participan en sus propios asuntos;
- De esta manera, determina los límites de lo que está permitido;
- no puede decir acerca de sus deseos y no se siente comprendido por los adultos.
Más cerca de los dos años, el niño comienza a entender que llorar y patinar en el piso puede traer cierto beneficio, especialmente cuando los padres están de acuerdo con los requisitos del manipulador.
Además, los padres se enfrentan a la histeria nocturna en un niño de 2 años. Se asocian con un cambio en la fase de sueño rápida y lenta, con sobreexcitación durante el día, así como con la vulnerabilidad del sistema nervioso. Esta etapa simplemente necesita ser experimentada, y en este momento pasar con el bebé el mayor tiempo posible.
¿Cómo responder a la histeria infantil en 2 años?
Dependiendo de la causa de la histeria y de una situación particular, debe haber una reacción adecuada de los adultos. Antes de tratar de lidiar con la histeria en un niño de 2 años, es necesario entender si son causados por el deseo de obtener los suyos, o simplemente un mal estado de salud.
El castigo, como regla, en tal situación no ayudará, aunque no lo exacerbará, ya que los niños que se marchitan no entienden mucho de lo que está sucediendo. En casa, lo mejor es tratar de calmar al bebé abrazándolo, tomándolo en sus brazos, y luego, cuando se calme, desmonte su comportamiento.
Si el incidente ocurrió en un lugar lleno de gente, entonces debes tratar de distraer la atención del niño a cualquier cosa: un pájaro volador, hojas caídas en charcos, etc. Si no sale nada, debe llevar al niño a casa de la mano, mientras se mantiene en calma, o tratar de retirarse en el parque más cercano, lejos de los puntos de vista que lo condenan. Como regla, tales brotes no duran mucho y el niño pronto se calmará.
Es poco probable que evite por completo tales situaciones, pero es bastante posible reducir su número e intensidad. Los psicólogos recomiendan no prestar atención a los gritos y las demandas de un pequeño chantajista, sino simplemente dejar en otra habitación, dejando al actor sin espectadores. Entonces, pronto se da cuenta de que tales intentos no lograrán nada, y tratará de llevar a cabo un diálogo.