La gente considera que el VIH, el SIDA y los tumores malignos son las patologías más peligrosas. Sin embargo, según las estadísticas médicas, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, y representan más del 30% de las muertes. Por lo tanto, es importante que cada mujer controle de cerca el estado de salud, se someta regularmente a exámenes programados con un cardiólogo y para prevenir dichas enfermedades.
Causas y factores de riesgo de enfermedad cardiovascular
Todas las circunstancias bajo las cuales se desarrollan los problemas descritos se pueden dividir en 2 grandes grupos: trastornos congénitos, cuya progresión no depende de la persona y de los adquiridos.
En el primer caso, existen diversos defectos cardíacos y vasculares, patologías genéticas, predisposiciones hereditarias a las enfermedades consideradas. Desafortunadamente, en tales situaciones, una cura completa es poco probable, solo es posible ralentizar el desarrollo de enfermedades.
Factores de riesgo y causas susceptibles de cambios fundamentales:
- comer poco saludable;
- Fumar y otras opciones para el consumo de tabaco;
- drogadicción;
- adicción al alcohol;
- falta o falta de actividad física;
- susceptibilidad al estrés, nerviosismo;
- trastornos del sueño
Todo esto provoca el desarrollo de patologías negativas y peligrosas:
- aumentar la concentración de glucosa y colesterol en la sangre;
- aumento de la presión sanguínea;
- obesidad;
- exceso de compuestos lipídicos en el cuerpo;
- intoxicación.
Síntomas de enfermedades cardiovasculares agudas y crónicas
Como regla general, las dolencias consideradas durante mucho tiempo pasan completamente desapercibidas hasta que su progresión alcanza un punto crítico.
Cada enfermedad cardíaca o vascular se caracteriza por sus propias manifestaciones clínicas, sin embargo, se pueden distinguir una serie de características típicas características de todo el grupo descrito de patologías:
- sensaciones desagradables y síndromes dolorosos en el área del tórax;
- dificultad para respirar, dificultad para respirar o asfixia;
- irradiación de dolor en la escápula, hombro, brazo, espalda, mandíbula;
- mareos y pérdida de conciencia;
- palidez, cianosis o cianosis de la piel;
- aumento de la sudoración;
- fatiga;
- frecuencia cardíaca frecuente o demasiado rara;
- dolores de cabeza, migrañas;
- hinchazón de las extremidades, cara;
- incomodidad en las piernas con caminar prolongado;
- hinchazón de las articulaciones;
- palpitaciones del corazón;
- presión arterial alta, mayor de 140 por 90 mm Hg;
- a veces - náuseas y vómitos, hipertermia, fiebre;
- arritmia;
- excitabilidad nerviosa, irritabilidad;
- dolor abdominal;
- temblor de extremidades;
- distracción, poca concentración de atención;
- dolor de choque.
Los síntomas más peligrosos de las enfermedades vasculares y cardíacas son los ataques cardíacos y las hemorragias cerebrales (derrames cerebrales).
Tratamiento de enfermedades cardiovasculares
La terapia de tales patologías graves, plagada de complicaciones graves e incluso desenlaces fatales, debe ser desarrollada por un cardiólogo de acuerdo con la variedad, forma y causa de la enfermedad. El régimen de tratamiento siempre se realiza de forma individual para cada persona, ya que al hacer citas es importante tener en cuenta la edad y el estado del paciente, la presencia de otras dolencias crónicas.
El único punto común en cualquier terapia compleja es la normalización de la forma de vida. Es importante que un paciente siga ciertas reglas:
- Dar preferencia a una dieta saludable.
- Dé tiempo regularmente para moderar el esfuerzo físico.
- Elimina completamente los malos hábitos.
- Corrige el peso corporal.
- Controle la presión arterial, la concentración de azúcar y colesterol en la sangre .