Enfermedades fúngicas de la garganta

La aparición de infecciones fúngicas de la garganta a menudo ocurre en hombres que en mujeres. En el 93% de los casos, la Candida, conocida por muchos, que se conoce como "levadura", se convierte en el culpable de la enfermedad. En casos más raros, la faringe está llena de hongos mohosos.

Este es un problema desagradable que debe resolverse lo antes posible, porque cuanto más descuidado es el proceso, más difícil es detenerlo.

Enfermedades fúngicas de la garganta - síntomas

Los principales síntomas de afección de la faringe son los siguientes:

  1. Sequedad en la garganta
  2. Prurito y ardor.
  3. Debilidad general, temperatura subfebril es posible.
  4. Dolor de cabeza
  5. En presencia de hongos mohosos: capa amarilla en la garganta.
  6. En presencia de hongos similares a levaduras, recubrimiento blanco y la formación de masas cuajadas.

Tratamiento de enfermedades fúngicas de la garganta

Las enfermedades fúngicas de la laringe se tratan con tratamiento local con medicamentos antimicóticos, así como la ingestión de estos medicamentos.

Como el hongo se desarrolla con poca inmunidad, un componente importante del tratamiento es un aumento de la inmunidad. El uso de remedios caseros en este problema es ineficaz y puede ser complementario en lugar de básico.

El tratamiento debe comenzar con un examen de laboratorio del moco de la laringe para determinar el hongo.

Como un fortalecimiento general del cuerpo, se prescriben inmunoestimulantes: ciclotrón, inmunostato y similares. Fortalecerán la inmunidad y la recuperación vendrá mucho más rápido.

Para suprimir la reproducción del hongo, se usan antibióticos. La serie moderna incluye nistatina y pimafucina. Su dosificación es determinada por el médico tratante dependiendo de la extensión de la lesión. Hoy se cree que la pimafucina es mucho más efectiva que la nistatina, por lo que es mejor dar preferencia a esta droga.

En el tratamiento de hongos, también se usan triazoles-diflucano o fluconazol, así como imidazoles: nizoral, clotrimazol o ketoconazol, que contribuyen a la supresión de la distribución de hongos.

Si el hongo tiene una forma fácil, es suficiente el uso de un tratamiento local con inmunoestimulantes. En este caso, la enfermedad debe retirarse dentro de una semana.

En forma crónica, se requieren varios cursos de tratamiento y combinación de medicamentos tópicos y sistémicos.

El tratamiento de los hongos con antibióticos debe ser muy cuidadoso, ya que destruyen las bacterias beneficiosas del entorno natural del cuerpo que combaten los hongos. A menudo, la enfermedad conduce al uso excesivo e irreflexivo de antibióticos en el tratamiento. También es importante durante el tratamiento estar protegido del estrés y proporcionarle una dieta rica en vitaminas para que el cuerpo pueda luchar contra el hongo.