Espondilitis anquilosante

La artritis tiene muchas formas diferentes, una de las cuales es la enfermedad de Strumpell-Marie o la espondilitis anquilosante. Esta patología provoca una disminución en la movilidad de pequeñas vértebras, generalmente en la región sacra, y su posterior fusión con la aparición de anquilosis (formaciones óseas en lugar de tejido cartilaginoso).

¿Cómo desarrolla la enfermedad la espondilitis anquilosante?

La dolencia descrita se diagnostica por separado de la artritis relativamente recientemente, alrededor de 50-60 años.

El inicio de la enfermedad se caracteriza por osteítis: inflamación del tejido articular a lo largo de los bordes. Como resultado de este proceso, las células patógenas específicas se acumulan gradualmente en las áreas afectadas, que, como resultado de la actividad vital, producen compuestos químicos que dañan y disuelven los huesos. Para compensar el daño, el cuerpo reemplaza el tejido cartilaginoso con una cicatriz o más sólido (hueso) con un contenido concentrado de calcio. Tal proceso lleva al hecho de que las vértebras se fusionan en bloques (anquilosis).

No hay razones exactas para la enfermedad en cuestión. Existe la teoría de que la espondilitis anquilosante puede ser provocada por una predisposición genética, pero la presencia de un gen apropiado no significa que la patología se manifieste.

Es importante tener en cuenta que las mujeres sufren una enfermedad 3 veces menos que los hombres. Es interesante que en la gran mayoría de los casos en el sexo regular aparece una dolencia durante el embarazo.

Síntomas de la espondilitis anquilosante

Señales tempranas:

Poco a poco, las manifestaciones clínicas se diseminan a otras partes de la columna vertebral:

En ausencia de tratamiento, la espondilitis anquilosante o la enfermedad de Bekhterev provocan múltiples fisuras en las vértebras, lo que hace que la columna vertebral sea frágil y vulnerable a daños, lesiones y fracturas.

Tratamiento de la espondilitis anquilosante

Desafortunadamente, no ha sido posible encontrar un medio para deshacerse por completo de la enfermedad. La terapia compleja tiene como objetivo reducir los síntomas y mejorar el estado general del paciente, así como disminuir la progresión de la enfermedad y la anquilosis.

El tratamiento conservador medicamentoso consiste en la admisión de los siguientes medicamentos:

Además del tratamiento farmacológico, es importante utilizar técnicas de fisioterapia, terapia manual, en particular, masajes, así como gimnasia especial. Los ejercicios y su frecuencia son elegidos por un rehabilitador de acuerdo con la gravedad de los síntomas y el estado general del paciente.

Muy rara vez, con espondilitis anquilosante, se recomienda la intervención quirúrgica, como regla, si se desarrolla cifosis y la movilidad de la columna vertebral es demasiado limitada. Durante la operación, se eliminan los crecimientos óseos y las vértebras se colocan en la posición correcta.