La moda del siglo XVII

La historia de la moda europea del siglo XVII es la historia del gobierno francés en el mundo de la moda. Durante la rivalidad entre Italia y España por el derecho a ser llamado el país más de moda y para ser un legislador en este campo, Francia ocupó los puestos de liderazgo. La moda femenina del siglo XVII se hizo más vívida, femenina, distinguida por la riqueza y delicadas líneas de corte.

Moda Europa en el siglo XVII

La moda de Europa en el siglo XVII es el florecimiento del estilo barroco . Esta pomposidad, lujo, brillo y color en los conjuntos, una gran cantidad de diferentes joyas y accesorios. Todos los cortesanos llevaban sombreros, los trajes de los hombres se completaban con bolsillos. De debajo de las mangas del caftán que se balanceaba, la muñeca, se producían las curvas de los puños de las camisas. También había un vesta obligatorio: una chaqueta peculiar que estaba sujeta al baúl y permitía exponer los jabots de encaje. Los vestidos de las mujeres se hicieron más artísticos. La moda incluía collares de jabots, estolas y capas. Los accesorios se convirtieron en acoplamientos populares, ventiladores, máscaras, sombreros.

Moda inglesa en el siglo XVII

La moda inglesa del siglo XVII es un reflejo de los estados de ánimo de la sociedad y la política. Hay una lucha entre la burguesía y la nobleza, y la moda española es inferior a las tradiciones puritanas de la iglesia anglicana y la influencia de la moda francesa. Por lo tanto, en la sociedad existen diferencias entre los trajes nobles y puritanos. Representantes de la aristocracia comienzan a usar una chaqueta larga en lugar de un doblete, los pantalones se han vuelto más estrechos. Y el final se ha vuelto más rico: cintas, lazos, cordones. De los accesorios llevaban bulbos de reloj, bastones, guantes, tabaqueras de ventiladores y otros. También en un traje de mujer aparecen acoplamientos, suspendidos en cintas. En general, el traje de las mujeres se convirtió en un atuendo más puritano: corpiños lisos, basques cortos en los vestidos, cintura exagerada y mangas anchas en tres cuartos que hacían que la figura fuera tierna y elegante.