La alteración de la hemopoyesis, que se desarrolla muy lentamente y conduce a la acumulación de cuerpos blancos en la médula ósea, los ganglios linfáticos y la sangre periférica, se denomina leucemia linfocítica crónica. Esta es una enfermedad oncológica lenta que afecta, por regla general, a personas de 50 a 60 años. No siempre requiere un tratamiento especial, pero implica un control constante del hematólogo.
Síntomas de la leucemia linfocítica crónica
Hay tres etapas de progresión de la enfermedad, cada una de las cuales tiene sus propias características.
En la primera etapa, las manifestaciones clínicas están prácticamente ausentes. A veces hay un aumento en los ganglios linfáticos durante las infecciones infecciosas y virales, después de lo cual sus tamaños vuelven a la normalidad.
En la etapa expandida se observa:
- enfermedades infecciosas recurrentes;
- disminución de la actividad de la inmunidad;
- un fuerte aumento sostenido de los ganglios linfáticos en tamaño;
- el desarrollo de la anemia;
- debilidad, fatiga;
- dolor o pesadez debajo de las costillas a la izquierda, en la región del bazo;
- pérdida de apetito y, como consecuencia, pérdida de peso;
- sudores nocturnos;
- un dolor en los huesos y dolor en las articulaciones;
- aumento en el tamaño del hígado
Esta etapa de la leucemia linfocítica ya implica el nombramiento de terapia especial.
La tercera etapa, terminal, se caracteriza por una fuerte violación de la hematopoyesis. Debido a esto, puede producirse cianosis y picazón en la piel.
Diagnóstico de leucemia linfocítica crónica
Para confirmar la enfermedad, se asignan varias pruebas de laboratorio:
- análisis de sangre, incluyendo - periférico;
- análisis de tejido de médula ósea;
- Biopsia del ganglio linfático;
- investigación citogenética;
- contando el número de inmunoglobulinas;
- inmunofenotipo.
El análisis de sangre en la leucemia linfocítica crónica permite determinar la presencia de trombocitopenia, linfadenopatía y anemia, para conocer el volumen de tejido de médula ósea sano sustituido. Además, este estudio es necesario para calcular la fórmula leucocitaria, estableciendo el nivel de maduración de las células.
El tratamiento de la leucemia linfocítica crónica
En las primeras etapas, los médicos no prescriben ninguna terapia, sino que solo realizan un examen regular del paciente para controlar la progresión de la enfermedad. El tratamiento es necesario en los casos en que la leucemia linfocítica se acompaña de manifestaciones clínicas obvias.
Esquema integrado:
- tomando medicamentos ( quimioterapia ), el medicamento más efectivo es Fludara;
- introducción de anticuerpos monoclonales en la composición de la bioinmunoterapia;
- aplicación de vitaminas y microelementos.
En la enfermedad grave y en grandes masas tumorales, se recomienda la quimioterapia con altas dosis de sustancias activas, el trasplante de células madre que garanticen la normalización de la hematopoyesis, así como la radioterapia. Si el bazo ha aumentado en una medida considerable, será necesaria su eliminación.
Además, hay muchos métodos para tratar la leucemia linfocítica crónica con remedios caseros. Los médicos son escépticos sobre la terapia independiente de la patología, ya que puede dañar el cuerpo. La siguiente receta se considera la más segura:
- Raíces frescas de hierba y achicoria
lavar bien, moler y exprimir el jugo. - Tome una solución de 1 cucharada a 3 veces al día.
- Guarde el producto en un recipiente de vidrio en el refrigerador.
Pronósticos para la leucemia linfocítica crónica
Si la enfermedad progresa lentamente, sin recaídas y sintomatología significativa, la esperanza de vida con leucemia linfocítica crónica es bastante alta, de 8 a 10 años desde la fecha del diagnóstico.
En los casos en que la patología es más agresiva y va acompañada de fuertes manifestaciones clínicas, la transformación tumoral de las células sanguíneas, las predicciones son menos favorables.