Quimioterapia en oncología

La quimioterapia en oncología es el tratamiento médico de tumores cancerosos malignos, destinado a destruir o ralentizar el crecimiento de las células cancerosas con la ayuda de medicamentos especiales, citostáticos. El tratamiento del cáncer con quimioterapia se produce sistemáticamente de acuerdo con un determinado esquema, que se selecciona individualmente. Por lo general, los regímenes de quimioterapia de los tumores consisten en tomar varias combinaciones de medicamentos con pausas entre dosis, para restaurar los tejidos dañados del cuerpo.

Hay varios tipos de quimioterapia que difieren en el propósito de la cita:

Dependiendo de la ubicación y el tipo de tumor, la quimioterapia se prescribe de acuerdo con diferentes esquemas y tiene sus propias características.

Quimioterapia para el cáncer

La quimioterapia para el cáncer de mama se puede realizar antes y después de la operación, lo que reduce significativamente el riesgo de nuevas recaídas. Pero la quimioterapia neoadyuvante del cáncer de mama tiene sus inconvenientes, ya que refuerza el tratamiento quirúrgico y dificulta la determinación de los receptores de hormonas (progesterona y estrógeno), también dificulta la determinación del tipo de tumor. El resultado del esquema elegido de quimioterapia con dicha oncología ya es visible durante 2 meses, lo que permite, si es necesario, corregir el tratamiento. En algunos casos, la quimioterapia puede no tener el efecto deseado, por lo que se pueden prescribir otros métodos de tratamiento, como la terapia hormonal. También hay quimioterapia de inducción para el cáncer de mama, cuyo objetivo es reducir el tamaño del tumor para la cirugía.

La quimioterapia para el cáncer de útero, ovario y mama se puede combinar con la terapia hormonal en tumores dependientes de hormonas, es decir, en casos en que las hormonas humanas contribuyen al crecimiento de un tumor canceroso.

La quimioterapia para el cáncer de pulmón juega un papel especial, ya que la enfermedad se diagnostica en la mayoría de los casos en una etapa inoperable, después de la metástasis de los ganglios linfáticos mediastínicos. El desarrollo del cáncer de pulmón después de la quimioterapia se puede suspender, lo que mejora la calidad y prolonga la vida. La categoría de la enfermedad (cáncer no microcítico o de células pequeñas) desempeña un papel importante en el nombramiento y el éxito del tratamiento.

La quimioterapia para el cáncer de hígado se usa solo como un método adicional de tratamiento. Esto se debe a la baja sensibilidad de las células de cáncer de hígado a los medicamentos de quimioterapia.

La quimioterapia para el cáncer de estómago, recto e intestinos a menudo se combina con radioterapia, que en muchos casos permite mejores resultados. Cuando se baja el cáncer de estómago, la quimioterapia puede aumentar el tiempo de supervivencia casi a la mitad.

La quimioterapia en oncología se asocia con una variedad de efectos secundarios, tanto temporales como prolongados. El hecho es que la acción de los medicamentos para la quimioterapia está dirigida a combatir las células cancerosas, pero al mismo tiempo afectan significativamente la actividad vital de las células sanas, y requieren una fuerte intoxicación del cuerpo. En cada situación, el riesgo de los efectos secundarios de los medicamentos se compara con el resultado esperado, y solo entonces se toma la decisión de elegir un régimen de quimioterapia para la oncología. Con ciertas reacciones del cuerpo a los medicamentos de quimioterapia, puede ser necesario suspender el tratamiento o cambiar el esquema, por lo que debe informar el médico tratante si ocurre algún efecto secundario.

Como resultado de numerosos estudios en el campo del cáncer, las mejoras aparecen cada año para aumentar la tasa de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes. Según los últimos datos, se están desarrollando preparaciones seguras para la quimioterapia, lo que permite destruir las células cancerosas sin afectar los tejidos sanos. Los métodos existentes de quimioterapia en muchos casos pueden reducir significativamente los tumores, prevenir recaídas y metástasis después del tratamiento quirúrgico.