Miomectomía conservadora

La miomectomía conservadora se entiende como la extirpación del mioma uterino (tumor) de tal manera que después de la operación se conserva la función de parto. Por sí mismo, los fibromas uterinos son una enfermedad bastante común. Por lo tanto, en promedio, 6-7% de todas las mujeres enferman con esta patología.

¿Cuáles son los tipos de miomectomía conservadora?

El objetivo de tal operación es eliminar el nodo tumoral. Esto se hace de varias maneras:

La histeroscopia es efectiva si los ganglios están ubicados debajo de la membrana mucosa del útero. Para hacer esto, diseccione la capa endometrial. Este método también se usa con fines de diagnóstico.

La miomectomía conservadora laparoscópica es quizás la forma más común de tratar esta patología. El procedimiento para la operación es muy similar a la histeroscopia mencionada anteriormente. Sin embargo, con la laparotomía, el acceso es a través de la cavidad abdominal y no a través de la vagina. Con la laparoscopía en la pared abdominal, se realizan 3 pequeñas incisiones para insertar el equipo de video y los instrumentos quirúrgicos.

La laparotomía es el método más antiguo para eliminar los fibromas. Cuando se realiza esta operación, el acceso al útero se logra mediante la disección de la pared abdominal anterior. Debido a que este método es bastante doloroso, y el período postoperatorio con este tipo de miomectomía conservadora es muy prolongado, este método se usa muy raramente, solo con neoplasmas grandes.

¿Cuáles son las consecuencias de la miomectomía?

Como regla, la miomectomía conservadora procede sin ninguna consecuencia. Por eso, el embarazo después de la miomectomía conservadora es posible, ya un año después de la operación.