Placenta delgada en el embarazo

La placenta delgada es una placenta de baja masa y grosor en tamaños normales. A veces, esta patología acompaña a varias malformaciones congénitas del niño. En la mayoría de los casos, este tipo de placenta se acompaña de insuficiencia placentaria crónica (FPN) y es un factor de riesgo de complicaciones graves en el período neonatal.

Causas de una placenta delgada

En primer lugar, el adelgazamiento de la placenta es el resultado de los malos hábitos de la madre, que incluyen fumar, beber alcohol y drogas. Además, una placenta delgada durante el embarazo puede ser una consecuencia de la enfermedad infecciosa transferida y la presencia de procesos inflamatorios. Parecen estropear la placenta, adelgazarla. Como resultado, existe un riesgo grave de retraso en el desarrollo fetal debido a la falta de oxígeno y nutrientes.

Si, al realizar estudios adicionales, el feto no encuentra desviaciones en el desarrollo, significa que todo es normal y que no puede preocuparse acerca de por qué la placenta es delgada.

¿Que una placenta delgada es peligrosa?

Como ya se mencionó, debido a que la placenta es demasiado delgada, el feto no recibe todos los nutrientes y oxígeno necesarios, como resultado de lo cual se desarrolla la hipoxia (falta de oxígeno) y su desarrollo se ralentiza.

Los médicos en este caso hacen un diagnóstico: un síndrome de retraso en el desarrollo del feto. Esta condición es peligrosa porque un niño puede nacer muy débil, con poco peso y problemas de salud congénitos.

Placenta delgada: ¿qué hacer?

El tratamiento para una placenta delgada se reduce a mejorar el flujo sanguíneo. La cuarentena a menudo se receta a mujeres embarazadas , un medicamento que causa un aumento significativo en la velocidad del flujo sanguíneo y aumenta el contenido de oxígeno en la sangre venosa. Pero no se automedique ni ignore citas, pero siga estrictamente las recomendaciones de su médico.