El comportamiento humano es un conjunto de hábitos de una forma u otra para responder a la situación actual. Si lo desea, puede ajustar su comportamiento cambiando la forma habitual de percibir las circunstancias. En este asunto difícil, el hombre será ayudado por su voluntad y la regulación volitiva del comportamiento. Esta última es una regulación consciente de la actividad, que obliga a una persona a superar obstáculos internos y externos. Will es uno de los componentes importantes de nuestra psique, inextricablemente vinculado con los procesos cognitivos y emocionales.
Movimientos simples
Cualquier acción puede atribuirse a uno de dos grupos:
- Acciones involuntarias. Expresión de varios tipos de emociones, como deleite, miedo, enojo, sorpresa. Bajo estas emociones, en un estado de afecto, una persona realiza ciertas acciones. Estas acciones no son planificadas y tienen una naturaleza impulsiva.
- Acciones arbitrarias. Una persona actúa conscientemente, persigue ciertos objetivos, se establece las tareas que pueden asegurar su logro, piensa a través de su orden. Todas las acciones realizadas, comprometidas consciente y deliberadamente, se derivan de la voluntad del hombre.
Las acciones volitivas también se dividen en dos categorías: simples y complejas.
Los simples son aquellos en los que una persona sabe claramente qué y cómo hacerlo, tiene una idea clara de las tareas y los objetivos que tiene por delante. De hecho, una persona motivada comete acciones automáticamente.
Las acciones volitivas complejas pasan por ciertas etapas:
- establecimiento de objetivos;
- un deseo consciente de lograrlo;
- identificación de una serie de oportunidades para lograr el objetivo;
- la aparición de motivos que afirman o excluyen estas oportunidades;
- toma de decisiones (elección de posibilidad);
- implementación de la decisión;
- superando obstáculos y dificultades externas, diversos obstáculos. Este proceso dura hasta que se alcanza el objetivo.
Administrarte a ti mismo
La regulación emocional-volitiva del comportamiento y la actividad humana es controlar. Cualquier movimiento, palabra o acción causa una serie de reacciones emocionales. No es difícil adivinar que pueden ser de naturaleza diferente: positiva o negativa. Las emociones negativas reducen la actividad, destruyen motivos e infunden incertidumbre y miedo. Es aquí donde necesitarás una fuerte voluntad. La voluntad es necesaria al tomar una decisión, lo que a menudo complica las emociones no controladas. La intemperancia a este respecto atestigua el complejo y contradictorio mundo interior del hombre. Son estas personas quienes primero necesitan entrenar su fuerza de voluntad.
Superar obstáculos requiere esfuerzos volitivos. Este es un estado especial de tensión neuropsíquica. Moviliza las habilidades físicas e intelectuales del hombre.
¿Qué caracteriza a una persona como poseedor de una fuerte voluntad? Para responder a esta pregunta, podemos distinguir las siguientes cualidades:
- firmeza de intención y determinación;
- adecuación y conocimiento de las acciones;
- superando miedos;
- independencia en la implementación de elección y decisión.
Entrenamiento y desarrollo
Para desarrollar la fuerza de voluntad, debes hacer lo siguiente:
- encuentra tu incentivo Lo que te mantendrá en el camino elegido te motivará. Si quieres perder peso, piensa en lo hermoso que te verás con el ajustado vestido sexy que siempre has soñado probar. Te volverás más
atractivo para los hombres y seguro de sí mismo; - meditar Cuanto más a menudo y más tiempo lo practique, más fuerte será su voluntad. El hecho es que de esta manera entrenas tu mente para resistir pensamientos traicioneros ("¿puede que no sea necesario?", "¿Tal vez es hora de terminar?").
- apegarse a un objetivo Intenta concentrar tu energía en completar esas cosas que vas a hacer.
Cuantos más logros, más decidido estás y aumenta la fuerza de tu voluntad.