Ropa antigua

La frase "ropa antigua" evoca en la memoria de la mayoría de las personas imágenes de dioses y héroes olímpicos: túnicas sueltas, vestidos largos, joyas de oro macizas. En general, esta imagen es bastante cierta: las prendas antiguas superiores e inferiores se veían exactamente así.

En este artículo, hablaremos sobre las características del estilo antiguo en la ropa y mostraremos cómo una chica moderna puede crear la imagen de una diosa griega o romana.

Ropa de mujer antigua

Los antiguos griegos, y después de ellos los romanos, adoraban la armonía en todo: el principio de calocagathia (desarrollo proporcional y armonioso del alma y el cuerpo) fue reconocido como ideal para el hombre.

La ropa debe revelar la belleza y la perfección del cuerpo, así como ocultar los defectos de la figura siempre que sea posible. El clima cálido y la moral libre permitieron que las antiguas bellezas hicieran alarde de trajes bastante francos de telas translúcidas. Complementado con correas delgadas y joyas, tales vestidos invariablemente gozaban de éxito entre las mujeres.

Además, la ropa también debe ser necesariamente conveniente y práctica. Ninguno de los detalles de la ropa no debería haber impedido el movimiento, frotado o dificultado la marcha. Todos estos principios son perfectos para los amantes de la moda moderna.

A diferencia de los trajes habituales para nosotros, la ropa en la antigua Grecia y Roma no estaba cortada, sino hecha de piezas enteras de tela, que se ajustaban a la figura por medio de cortinas. Hoy en día, reproducir exactamente la tecnología de hacer tal ropa no es necesaria, es suficiente para vencer a una o dos características del estilo.

Las principales características de la ropa antigua

Entonces, los signos principales del estilo antiguo en la ropa son:

Hoy en día, con mayor frecuencia en el estilo antiguo, se realizan vestidos de noche y de boda. Lo principal que debe recordarse al crear la imagen antigua: la ropa solo está enmarcando el ideal más elevado: el cuerpo humano. Nada debe distraer la atención de la persona y su belleza natural: sin colores brillantes, sin decoraciones sofisticadas, sin un estilo complicado o maquillaje pegadizo. Todos los elementos de la imagen deben ser lo más simples posible, pero al mismo tiempo refinados, elegantes, nobles.