En el mercado, constantemente hay nuevos artículos ofrecidos por los fabricantes de electrodomésticos modernos. Hoy en día, las ollas eléctricas, los fabricantes de pan y las ollas a presión ya no son sorprendentes, pero la sartén eléctrica sigue siendo una curiosidad para muchas amas de casa.
Si tiene un dispositivo de este tipo, entonces ya no se necesita una estufa a gas o eléctrica. Además, en una sartén eléctrica de escritorio, la fuga de calor se reduce al mínimo, lo que ahorra energía. El elemento calefactor se encuentra en la propia carcasa, por lo que el dispositivo se calienta y la comida se cocina en lugar de aire. En la sartén eléctrica nunca habrá hollín, y la comida se cocinará de manera uniforme, porque la calefacción se lleva a cabo de manera uniforme.
Elegimos el fregadero eléctrico
Lo primero que vale la pena prestar atención al comprar es el tamaño de la sartén. El surtido es enorme, por lo que puede seleccionar fácilmente una pequeña sartén para una sola persona y una grande para una gran familia. Los modelos más populares, cuyo diámetro es de 30-36 centímetros, pero también hay sartenes voluminosos de 55 centímetros utilizados en empresas de comida rápida o en cafés. La profundidad también importa. Por ejemplo, una sartén eléctrica con una profundidad de hasta 8 centímetros permite no solo freír, sino también guisar alimentos. Si le gustan las carnes a la brasa con costra, las verduras cocinadas a la parrilla, entonces la parrilla eléctrica es su opción. Su único inconveniente son los tamaños grandes.
El segundo parámetro es la capacidad de la sartén. Por lo general, varía de 800 a 1500 vatios. Sin embargo, recuerde que el regulador de potencia no está disponible para todos los modelos. En cuanto a la forma, la sartén puede ser cuadrada, y redonda clásica. La forma misma del dispositivo no afecta la calidad de los alimentos que se cocinan.
El material más común para hacer cacerolas
Pero la elección del recubrimiento antiadherente debe manejarse de manera responsable. Determina la vida útil de la sartén. Arañazos, papas fritas, oleaje: una excusa para enviar una sartén al basurero. Se cree que la sartén eléctrica con revestimiento cerámico es más confiable y duradera que los modelos con revestimiento de teflón.