Signos de adenoides en niños

Los padres que nunca han tenido una relación amorosa con una inflamación de la amígdala nasofaríngea pueden tratar, sin éxito, una secreción nasal prolongada y resfriados perpetuos sin siquiera sospechar que el niño tiene adenoides agrandadas.

No es un secreto que no todo el mundo recurre al otorrinolaringólogo en busca de ayuda, sino que se lo consulta al pediatra o se ocupa de la automedicación. ¿Cómo no puedes perderte esta enfermedad y evitar que se mueva a una forma seria?

Síntomas de inflamación de adenoides en niños

Al comienzo de la enfermedad, los resfriados con secreción nasal se suceden uno tras otro, impidiendo que el cuerpo se recupere. Los padres tratan constantemente a Sopelki con todos los métodos disponibles, pero no se observa mejoría. Luego, bajo sospecha, aparece la alergia y se usan antihistamínicos, pero la rinitis no desaparece.

En algunos casos, después de la terminación de una secreción de líquido frío de la nariz, pero no hay respiración nasal, el niño se ve obligado a respirar por la boca, día y noche. Durante el sueño, comienza el ronquido, que a menudo se acompaña de una parada temporal de la respiración y un estancamiento de la lengua. Y esta es una razón seria para aplicar a un especialista.

Los niños con nariz tapada sufren de dolores de cabeza, se despiertan perezosos y apáticos, algunos tienen una mayor presión, porque apenas descansan por la noche y, por lo tanto, son irritables y llorosos.

Si los signos iniciales de inflamación de las adenoides en el niño no se tienen en cuenta y se pierde tiempo, las complicaciones comienzan a desarrollarse en forma de otitis y, como consecuencia, una disminución en la audición. La inflamación constante en el oído, la garganta y la nariz reduce su agudeza, y luego puede privar por completo al niño de la oportunidad de escuchar.

Debido a que el bebé no oye bien, no presta atención al tratamiento de padres y maestros, la atención disminuye y apenas se le da actividad intelectual al niño. El papel menos importante en esto es la hipoxia: la falta de oxígeno, que tiene un efecto destructivo en el cerebro.

Los signos más graves de un aumento de adenoides son cambios en la estructura de la cara: la mandíbula superior se estira, los labios permanecen abiertos, el techo del cielo se convierte en una cúpula aguda, se desarrolla una "cara adenoide" cuya expresión parece distraída e indiferente.

Dado que la constante inflamación presente en el cuerpo se refleja en todos los órganos, el tracto gastrointestinal puede verse afectado con el tiempo, se produce anemia, se producen ataques de asma y laringitis. Los niños pequeños aprenden a hablar con dificultad y su habla es nauseabunda. Con el tiempo, el tratamiento no invasivo daña todo el cuerpo en crecimiento en general.