Heces espumosas en un bebé

En los primeros meses, cada detalle de la vida del niño no debe pasar desapercibido, especialmente como un indicador importante del funcionamiento del cuerpo, como una silla. Si vale la pena hacer sonar la alarma, si el niño tiene un excremento espumoso y por qué puede ocurrir esto, consideremos este artículo.

Causas de un excremento espumoso en un bebé

Normalmente, la materia fecal de un bebé recién nacido, que se forma a partir de la segunda semana de vida, es una masa blanda de color amarillento o marrón. Las heces espumosas en un niño no necesariamente señalan ninguna enfermedad, especialmente si se observa aisladamente y sin otros síntomas alarmantes.

Las deposiciones espumosas en un recién nacido, un mes de edad y más pueden ser una consecuencia de la reacción del cuerpo a nuevos alimentos en su dieta o la de la madre, la introducción temprana de alimentos complementarios, agua y la ingesta de medicamentos. Una madre lactante debe seguir su dieta y, si es necesario, ajustarla. Un niño que está en alimentación artificial puede no aparecer y causar una mezcla de reacción alérgica.

Una de las causas de las deposiciones espumosas líquidas en un niño es el desequilibrio de la leche frontal y posterior. Esto sucede cuando la devastación incompleta de un seno le ofrece al niño un segundo. Como resultado, recibe menos de la parte posterior, más grasa y leche nutritiva, no come. Además, es en las porciones traseras de la leche donde está contenida la enzima lactasa, en ausencia de la cual, en el organismo del niño, el valioso carbohidrato de lactosa, que se suministra con la leche frontal, no se digiere por completo. El análisis de las heces de carbohidratos ayudará a detectar la deficiencia de lactasa, en cuyo caso puede ser necesaria la adición de esta enzima.

Deposiciones espumosas junto con otros síntomas

Si junto con la espuma las heces adquieren un olor penetrante, se vuelve verdosa, contiene moco, fragmentos no digeridos, esto puede indicar una disbacteriosis en los recién nacidos . Esto también puede cambiar la frecuencia de los movimientos intestinales, diarrea seguida de estreñimiento.

En el caso de infección intestinal, diarrea espumosa en un niño con una descarga de contenido verde (a veces con impurezas en la sangre) se observa hasta 10 a 12 veces al día y está acompañada de debilidad, fiebre, falta de apetito.

Recuerde que incluso si el excremento espumoso no dura mucho y el niño se ve saludable y saludable, la consulta del especialista nunca será superflua.