Temperatura en un niño sin síntomas

La temperatura alta de un niño es una ocurrencia común que enfrentan absolutamente todos los padres. Como regla general, la fiebre que se presenta se acompaña de dolor en la garganta, tos, erupciones y otras manifestaciones de enfermedades concomitantes.

Pero cuando el niño tiene fiebre sin causa, no es fácil para los padres entender lo que se debe hacer.

Para no dañar a un ser querido en estado de pánico, debe entender por qué puede surgir.

Causas de fiebre alta sin síntomas

  1. La erección de los dientes infantiles es una de las posibles causas de fiebre alta sin signos de enfermedad. Ocurre en niños hasta 3 años. El calor puede persistir durante hasta 3 días, pero no más de 38 ° C.
  2. Sobrecalentamiento . Una habitación mal ventilada, un sol abrasador o mucha ropa extra pueden provocar un sobrecalentamiento. Los niños menores de 1 año sufren de sobrecalentamiento debido a una termorregulación imperfecta.
  3. Reacción alérgica del cuerpo El uso de ciertos alimentos o medicamentos por parte del niño también puede causar un salto de temperatura en el niño sin síntomas.
  4. Infecciones . Ciertas infecciones de origen viral y bacteriano pueden conducir a un aumento en el indicador del termómetro. Por lo tanto, para no perderse la dolencia al acecho, es importante realizar una investigación en la clínica (para realizar pruebas clínicas básicas).
  5. La respuesta a la vacunación es otra razón para la fiebre sin síntomas. Como regla general, durante el día, la vacunación puede dar un salto de temperatura de hasta 38ºC.
  6. Estrés . Un aumento de la temperatura sin causas aparentes a menudo provoca el cambio climático, un estrés físico y emocional considerable.

Una fiebre sin causa no es una enfermedad en sí misma. El calor es la respuesta natural del cuerpo a una dolencia que desencadena mecanismos de autocuración. Es muy importante no obstaculizar este proceso. La temperatura sin signos de enfermedad no es peligrosa, pero puede ser un presagio de una enfermedad futura. Es importante comprender e identificar qué causó la alta temperatura sin síntomas en el niño.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo sin drogas?

  1. Aire fresco en la habitación (no superior a 20 ° С) y humedad relativa del 50 al 70%. Esto reducirá el sobrecalentamiento y reducirá la temperatura.
  2. Ropa ligera, preferiblemente de algodón. Debe haber una reserva de ropa para que pueda reemplazarla debido al aumento de la sudoración. No envuelva al bebé, sino que se vista para su bienestar.
  3. La bebida abundante es uno de los elementos fundamentales de recuperación para un niño con fiebre alta sin síntomas. El agua eliminará las toxinas del cuerpo y reducirá el calor. Un resultado positivo será aún más fuerte si el niño bebe decocciones de plantas medicinales (tilo, manzanilla, rosa de perro, etc.), compotas de frutas secas, jugos, bebidas de frutas.
  4. Comida Solo a pedido, sin violencia. El abandono de los alimentos ayuda a ahorrar energía para combatir la enfermedad.
  5. Paz Ponlo en la cama. Mire con sus dibujos animados favoritos de sus hijos, lea un cuento de hadas o cuente una historia fascinante.

Entonces, la temperatura sin causa en un niño no es una razón para el pánico de los padres. Con muchas enfermedades de la infancia es bastante posible hacer frente en casa. Solo necesita mirar a su hijo favorito.

A altas temperaturas es imposible:

Antipiréticos que se pueden administrar a un niño

Si el niño tiene fiebre sin síntomas de malestar por encima de 38.5 ° C, puede tratar de noquearlo usted mismo con la ayuda de medicamentos antipiréticos: ibuprofeno o paracetamol . Estos medicamentos tienen diferentes nombres comerciales y están disponibles en forma de tabletas, supositorios, jarabe.

Pero hay situaciones en que la automedicación puede ser muy peligrosa.

Necesitamos urgentemente ir al hospital si el niño tiene fiebre:

¿Ayudó su tratamiento y el niño se siente mucho mejor? Aún así, visite a su doctor. No olvide que la temperatura de un niño sin síntomas puede ser un signo de una futura enfermedad.

Presta la máxima atención a tu hijo. A menudo, un niño necesita solo un poco más de cuidado para su recuperación y amor. Y pronto la alegría de la risa de un niño sano y travieso llenará tu hogar de nuevo.