Un conejito detrás de la oreja en los huesos de un niño

Cualquier cambio que ocurra con un niño pequeño puede asustar a padres sin experiencia. Por lo tanto, a menudo detrás de la oreja del bebé se encuentra un pequeño sello o cono. Mamá y papá, habiendo notado tal neoplasia, comienzan a preocuparse mucho y entrar en pánico.

En este artículo, trataremos de descubrir por qué un niño puede tener un bulto en sus huesos detrás de su oreja, y qué hacer en tal situación.

Las causas de la aparición de un cono detrás de la oreja en un niño

En una situación en la que un niño tiene un bulto detrás de la oreja, debe tener mucho cuidado de no perderse otros síntomas de enfermedades peligrosas. Muy a menudo este signo indica el desarrollo de las siguientes dolencias:

  1. Linfadenitis o inflamación de los ganglios linfáticos. El proceso inflamatorio en la región de los ganglios linfáticos regionales localizados detrás de las orejas, generalmente indica la presencia en el cuerpo del bebé de enfermedades que son de naturaleza infecciosa, por ejemplo, la faringitis. En la mayoría de los casos, esta situación se acompaña de una disminución de la inmunidad. Como regla general, los ganglios linfáticos agrandados se pueden ver a simple vista, pero en algunos casos, especialmente en recién nacidos, solo un médico puede hacerlo. A menudo, la inflamación en los ganglios linfáticos parótidos se acompaña de dolor, enrojecimiento y exceso de capricho de las migas.
  2. La inflamación del oído medio a menudo implica un aumento en el ganglio linfático en un lado. En este caso, los conos de la enfermedad aumentan rápidamente de tamaño, pero después de la recuperación también disminuye rápidamente.
  3. Cerdo o parotiditis. Esta dolencia se acompaña de una inflamación de las glándulas salivales localizadas cerca de los órganos de la audición. En tal situación en el cuerpo, el niño tiene un sello parecido a un cono, que puede ubicarse sobre la oreja, detrás de él o sobre el lóbulo.
  4. El botón sólido, que se encuentra detrás de la oreja en el hueso, puede representar un lipoma o un ateroma. El primer tumor es un tumor benigno Se mueve libremente debajo de la piel, si presiona sobre ella. El ateroma, por otro lado, es inamovible, pero el pus se acumula dentro de tal infección.

Sin lugar a dudas, si se detecta este síntoma desagradable, debe consultar a un médico lo antes posible, que podrá identificar la verdadera causa de la neoplasia y prescribir el tratamiento adecuado. En algunos casos, estos conos no requieren tratamiento, ya que pasan por sí mismos, mientras que en otros, por el contrario, uno tiene que recurrir a un procedimiento quirúrgico.