Vida sexual durante el embarazo

Durante el embarazo, los futuros padres se esfuerzan por proteger a su bebé por nacer de los efectos nocivos de los factores negativos. En particular, algunas parejas enamoradas deciden renunciar a las relaciones íntimas, para no causar daño al niño.

Mientras tanto, el período de espera para el bebé no es una excusa para renunciar a los placeres y placeres usuales. En este artículo, trataremos de averiguar si es posible vivir una vida sexual durante el embarazo y si las relaciones íntimas de futuros padres pueden dañar al bebé por nacer.

¿Es posible llevar una vida sexual durante el embarazo?

De hecho, la vida sexual durante el embarazo no es algo prohibido. El hecho de que los futuros padres sigan haciendo el amor, a pesar de la presencia de un embrión en el útero, no es nada malo. Además, los espermatozoides que ingresan al cuerpo de una futura madre durante el acto sexual son un material nutritivo y de construcción rico en proteínas necesario para el desarrollo del feto.

Es por eso que la mayoría de los médicos recomiendan que los cónyuges continúen las relaciones íntimas durante todo el embarazo, pero solo con la condición de que la mujer no tenga una amenaza de interrupción. De lo contrario, tener relaciones sexuales, especialmente las más intensas, puede tener un impacto muy negativo en el estado del feto y causar consecuencias deplorables, como un aborto espontáneo o un nacimiento prematuro.

En ausencia de contraindicaciones, la vida sexual en las primeras etapas del embarazo no es absolutamente diferente de las relaciones de la pareja íntima antes del inicio de la concepción. Por el contrario, los cónyuges durante este período pueden relajarse y tener la alegría de comunicarse entre ellos sin preocuparse por la necesidad de anticoncepción.

Con el desarrollo posterior del embarazo y el crecimiento del abdomen en las relaciones sexuales de los futuros padres, existen algunas limitaciones. Esto no significa que la pareja tendrá que renunciar a contactos íntimos, sin embargo, se deben hacer algunos cambios en la organización de la vida sexual, prefiriendo posturas cuando el hombre está rezagado.

Finalmente, 2-3 semanas antes del parto propuesto, los médicos recomiendan por un tiempo abstenerse de la actividad sexual. Durante este período, la cabeza del feto está muy cerca de la salida del cuello uterino, por lo que los movimientos descuidados pueden dañarlo. Además, en este momento es muy probable que provoque un nacimiento prematuro, por lo que mamá y papá deben esperar un poco.